En torno a la educación y el castigo
Nivel Educativo:
Tipo Documental:
Artículo de revistaEstadísticas:
Ver Estadísticas de usoMetadatos:
Mostrar el registro completo del ítemAutor:
Fecha:
1973Publicado en:
Mayurqa. 1973, n. 10 ; p. 101-111Resumen:
Salvo en casos patológicos de sadismo, el castigo no es aceptado racionalmente. Lo mismo ocurre con la represión que, en cierto modo, es una derivación de aquel. Cuando se usa la reflexión serena, que debería acompañar y amparar siempre los actos humanos, se abomina y se repele el castigo. Este sentimiento aumenta de intensidad cuando el paciente del mismo es el niño, el escenario o el medio la familia o la escuela, y el agente un adulto, al que se le supone madurez, con todo lo que ello implica.
Salvo en casos patológicos de sadismo, el castigo no es aceptado racionalmente. Lo mismo ocurre con la represión que, en cierto modo, es una derivación de aquel. Cuando se usa la reflexión serena, que debería acompañar y amparar siempre los actos humanos, se abomina y se repele el castigo. Este sentimiento aumenta de intensidad cuando el paciente del mismo es el niño, el escenario o el medio la familia o la escuela, y el agente un adulto, al que se le supone madurez, con todo lo que ello implica.
Leer menos