De Sanabria a Buenos Aires : el destierro escénico de Alejandro Casona
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Fecha:
2008Publicado en:
Pequeña memoria recobrada : libros infantiles del exilio del 39. 2008; p. 119-129Resumen:
Alejandro Casona (Alejandro Rodríguez Álvarez) es uno de los autores que participó, desde la dirección del Teatro del Pueblo, en Las Misiones Pedagógicas creadas, en 1931, e impulsadas por el ideario de Manuel Bartolomé Cossío. Exiliado en 1937, se analiza su obra destinada específicamente al público infantil y su trayectoria vital: su adolescencia murciana, su paso por Madrid cursando los estudio de Magisterio, donde tiene contacto con la vanguardia escénica y el teatro independiente, tan decisivos en su concepción del teatro popular, en la que, tan significativo como el texto literario resulta la música o el gesto; su estancia en el Valle de Arán, con su primera experiencia teatral con los niños de Les, pueblo donde ejerce como maestro; su paso por las Misiones pedagógicas y su periplo en el exilio, que le llevará, con la Compañía teatral de Josefina Díaz y Manuel Collado, por México, Cuba, Puerto Rico y Venezuela, para recabar, finalmente, en Argentina donde se encuentra en los años cuarenta. Aquí, en tierras americanas, entre 1937 y 1939, escribirá sus farsas infantiles: El gato con botas, Pinocho y Blancaflor, El hijo de Pinocho y ¡A Belén, pastores!; y en 1949, en Buenos Aires, publicará su Retablo jovial.
Alejandro Casona (Alejandro Rodríguez Álvarez) es uno de los autores que participó, desde la dirección del Teatro del Pueblo, en Las Misiones Pedagógicas creadas, en 1931, e impulsadas por el ideario de Manuel Bartolomé Cossío. Exiliado en 1937, se analiza su obra destinada específicamente al público infantil y su trayectoria vital: su adolescencia murciana, su paso por Madrid cursando los estudio de Magisterio, donde tiene contacto con la vanguardia escénica y el teatro independiente, tan decisivos en su concepción del teatro popular, en la que, tan significativo como el texto literario resulta la música o el gesto; su estancia en el Valle de Arán, con su primera experiencia teatral con los niños de Les, pueblo donde ejerce como maestro; su paso por las Misiones pedagógicas y su periplo en el exilio, que le llevará, con la Compañía teatral de Josefina Díaz y Manuel Collado, por México, Cuba, Puerto Rico y Venezuela, para recabar, finalmente, en Argentina donde se encuentra en los años cuarenta. Aquí, en tierras americanas, entre 1937 y 1939, escribirá sus farsas infantiles: El gato con botas, Pinocho y Blancaflor, El hijo de Pinocho y ¡A Belén, pastores!; y en 1949, en Buenos Aires, publicará su Retablo jovial.
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