Contarse, narrarse para empezar a entenderse
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Fecha:
2007Publicado en:
Aula de infantil. 2007, n.37, mayo-junio ; p. 13-15Resumen:
La vida se percibe como una narración, una historia. Se sabe que se vive en buena parte por que se recuerda lo que se ha vivido como una historia, como una narración. Esa memoria, la de la experiencia, la de la vida, acompaña desde el primer día. Por eso, en buena medida, el yo reside en la memoria. Desde esta perspectiva explicar lo que se ha vivido es explicarse, reconstruirse y entenderse. Y todo ello necesita un lenguaje. Uno de los recursos más frecuentes cuando el niño pequeño no tiene suficiente vocabulario para poder construir una historia es el interlocutor adulto, que va completando lo que él insinúa. A continuación se nombran algunas herramientas para la construcción de historias, cómo son el escenario de la memoria que consiste en escenificar un espacio cotidiano al niño y que simule algunos momentos; el carné, que consiste en que cada niño trascribe mediante dibujos las actividades, lo que ha vivido, sentido... a lo largo del día. Por último se trata el 'dibujo hecho con la palabra o el gesto del niño y las manos de la maestra'. Se trata de que una vez hecha una construcción por parte de los niños, la maestra se dedica a dibujarlo y los niños son los encargados de guiar los pasos de la maestra a la hora de dibujar, recordando cada uno de los pasos que ellos mismo han realizado para la construcción.
La vida se percibe como una narración, una historia. Se sabe que se vive en buena parte por que se recuerda lo que se ha vivido como una historia, como una narración. Esa memoria, la de la experiencia, la de la vida, acompaña desde el primer día. Por eso, en buena medida, el yo reside en la memoria. Desde esta perspectiva explicar lo que se ha vivido es explicarse, reconstruirse y entenderse. Y todo ello necesita un lenguaje. Uno de los recursos más frecuentes cuando el niño pequeño no tiene suficiente vocabulario para poder construir una historia es el interlocutor adulto, que va completando lo que él insinúa. A continuación se nombran algunas herramientas para la construcción de historias, cómo son el escenario de la memoria que consiste en escenificar un espacio cotidiano al niño y que simule algunos momentos; el carné, que consiste en que cada niño trascribe mediante dibujos las actividades, lo que ha vivido, sentido... a lo largo del día. Por último se trata el 'dibujo hecho con la palabra o el gesto del niño y las manos de la maestra'. Se trata de que una vez hecha una construcción por parte de los niños, la maestra se dedica a dibujarlo y los niños son los encargados de guiar los pasos de la maestra a la hora de dibujar, recordando cada uno de los pasos que ellos mismo han realizado para la construcción.
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