Contribución de la familia, escuela y grupo a la socialización del niño
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Fecha:
1973Resumen:
Estudiar las primeras relaciones del niño que serán la pauta y la guía de las próximas relaciones y modelarán su conducta de un modo favorable o desfavorable, centrandonos en los momentos cruciales de su desarrollo social. En general las relaciones del niño en la fase infantil y primera infancia vienen a ser las siguientes: durante las primeras semanas ni las personas ni las cosas tienen para él consistencia alguna viendose claramente que no capta diferencia alguna entre las personas y aún entre los objetos que le rodean. Hacia los dos meses este comportamiento vienen a cambiarse, manifestando el niño cierta predilección hacia la madre o persona que realmente le cuida, es cuando empiezan las relaciones sociales. Su lenguaje comunicativo en esta época es la sonrisa. Con todo se puede cuestionar si la sonrisa es propiamente un signo social o más bien un signo de satisfacción vegetativa. Sin embargo en el teercer y cuarto mes se puede decir que la imagen de los padres se confirma y aprecia cada vez más. Las primeras reacciones negativas se dan ante la presencia de extraños y desconocidos a lo que se llama angustia del octavo mes. El jardin de infancia y parvulario inician al niño en la vida social aprendiendo a adaptarse a los demás y a cooperar en las actividades de juego en grupo. Se ha comprobado que la asistencia a estas instituciones fortalece las respuestas de carácter social del niño. La escuela es otro de los agentes principales de socialización ya que aumenta considerablemente el número de relaciones del niño. La socialización se ha de mantener a través de toda la infancia, pero también hay que cultivar la autonomía y la independencia que serán características principales para el desarrollo personal del niño.
Estudiar las primeras relaciones del niño que serán la pauta y la guía de las próximas relaciones y modelarán su conducta de un modo favorable o desfavorable, centrandonos en los momentos cruciales de su desarrollo social. En general las relaciones del niño en la fase infantil y primera infancia vienen a ser las siguientes: durante las primeras semanas ni las personas ni las cosas tienen para él consistencia alguna viendose claramente que no capta diferencia alguna entre las personas y aún entre los objetos que le rodean. Hacia los dos meses este comportamiento vienen a cambiarse, manifestando el niño cierta predilección hacia la madre o persona que realmente le cuida, es cuando empiezan las relaciones sociales. Su lenguaje comunicativo en esta época es la sonrisa. Con todo se puede cuestionar si la sonrisa es propiamente un signo social o más bien un signo de satisfacción vegetativa. Sin embargo en el teercer y cuarto mes se puede decir que la imagen de los padres se confirma y aprecia cada vez más. Las primeras reacciones negativas se dan ante la presencia de extraños y desconocidos a lo que se llama angustia del octavo mes. El jardin de infancia y parvulario inician al niño en la vida social aprendiendo a adaptarse a los demás y a cooperar en las actividades de juego en grupo. Se ha comprobado que la asistencia a estas instituciones fortalece las respuestas de carácter social del niño. La escuela es otro de los agentes principales de socialización ya que aumenta considerablemente el número de relaciones del niño. La socialización se ha de mantener a través de toda la infancia, pero también hay que cultivar la autonomía y la independencia que serán características principales para el desarrollo personal del niño.
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