La actividad lúdica en el niño
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Fecha:
1976Resumen:
El juego es una actividad esencial y exclusiva en ciertos momentos de nuestra vida, indispensable, principal, saludable e higiénica. Proporciona una fuente inagotable de conocimientos para el niño, mediante ello ejercita sus funciones, va formando su personalidad. Unido al juego, existe un instrumento material. La esencia del juego es completamente cerrada en sí misma, tiene sentido por sí mismo, es existencia pura completa, es asimilación y una respuesta de experiencias, actividad jubilosa y apasionada. El juego ofrece múltiples posibilidades para su utilización como diagnóstico. Si nos fijamos en el desarrollo de la dinámica interna del juego, podemos llegar a conocer el carácter del sujeto que juega. Ofrece una posibilidad comunicativa. Los grandes revolucionarios de la educación del siglo pasado y sobre todo los impulsores de la llamada 'Escuela Nueva', han sido los impulsores de la utilización del juego en la educación. El juego como actividad libre y espontánea, va permitiendo al niño, ir satisfaciendo sus necesidades, va permitiéndole ir explorando el mundo, ir comprendiendo, ir actualizaádose. Los educadores pueden ir orientándole por medio del juego, en este camino, y facilitar el camino de socialización y cooperación. Nos ayudaremos en muchas ocasiones del objeto juguete, pero hemos de tener en cuenta que cada juguete tiene una edad y un momento oportuno, también se ha de cuidar que tenga un aspecto agradable, que sea estético. El número de juguetes, es así mismo importante, un número excesivo no beneficia en absoluto al niño, pues se fomenta la superficialidad, el poco interés y su tendencia a la dispersión. Va simplificando sus exigencias sin desarrollar su imaginación. La forma de entregarlo, tiene también su importancia cuando el juguete ha sido dado al niño, debe dejarse a este, ser el dueño de él, no coartandole su libertad. El niño tiene que tener la seguridad de la posesión de sus juguetes, ejercer el dominio sobre ellos y los juegos que con estos puede realizar. Jamás debe el adulto, romper, desordenar, despreciar o tirar ningún juguete sin el consentimiento del niño.
El juego es una actividad esencial y exclusiva en ciertos momentos de nuestra vida, indispensable, principal, saludable e higiénica. Proporciona una fuente inagotable de conocimientos para el niño, mediante ello ejercita sus funciones, va formando su personalidad. Unido al juego, existe un instrumento material. La esencia del juego es completamente cerrada en sí misma, tiene sentido por sí mismo, es existencia pura completa, es asimilación y una respuesta de experiencias, actividad jubilosa y apasionada. El juego ofrece múltiples posibilidades para su utilización como diagnóstico. Si nos fijamos en el desarrollo de la dinámica interna del juego, podemos llegar a conocer el carácter del sujeto que juega. Ofrece una posibilidad comunicativa. Los grandes revolucionarios de la educación del siglo pasado y sobre todo los impulsores de la llamada 'Escuela Nueva', han sido los impulsores de la utilización del juego en la educación. El juego como actividad libre y espontánea, va permitiendo al niño, ir satisfaciendo sus necesidades, va permitiéndole ir explorando el mundo, ir comprendiendo, ir actualizaádose. Los educadores pueden ir orientándole por medio del juego, en este camino, y facilitar el camino de socialización y cooperación. Nos ayudaremos en muchas ocasiones del objeto juguete, pero hemos de tener en cuenta que cada juguete tiene una edad y un momento oportuno, también se ha de cuidar que tenga un aspecto agradable, que sea estético. El número de juguetes, es así mismo importante, un número excesivo no beneficia en absoluto al niño, pues se fomenta la superficialidad, el poco interés y su tendencia a la dispersión. Va simplificando sus exigencias sin desarrollar su imaginación. La forma de entregarlo, tiene también su importancia cuando el juguete ha sido dado al niño, debe dejarse a este, ser el dueño de él, no coartandole su libertad. El niño tiene que tener la seguridad de la posesión de sus juguetes, ejercer el dominio sobre ellos y los juegos que con estos puede realizar. Jamás debe el adulto, romper, desordenar, despreciar o tirar ningún juguete sin el consentimiento del niño.
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