La adscripción escolar en la EGB
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Fecha:
1991Resumen:
Determinar si las clientelas de centros escolares públicos son socialmente diferenciables; construir sobre los perfiles de las composiciones poblacionales adscritas en cada Centro un escalar que permite evaluar la posición relativa de cada colegio dentro del universo poblacional; concretar si la diferenciación de clientelas de los centros se justificaría suficientemente si sólo tuviéramos en cuenta las composiciones sociales de las zonas correspondientes; averiguar si la adscripción de alumnado a los distintos centros escolares agudiza o mantiene las diferencias zonales existentes; conocer la relación de la movilidad presentada con indicadores de estatus; establecer la incidencia de la disponibilidad de plazas de un centro respecto de su demanda potencial, en esta posible agudización de estatus del alumnado; obtener una caracterización de los comportamientos de adscripción de centros y familias, según reflejen pautas de búsqueda-evitación. 8 centros escolares públicos y 2 centros escolares privados de Cuenta, con un total de 4753 alumnos. Se utilizaron variables dependientes e independientes relacionadas con el estatus familiar. La recogida de datos se realiza a través de unos cuestionarios con los datos resultantes de la observación participante llevada a cabo por profesorado de EGB en prácticas. Se cubrieron la totalidad de los objetivos indicados, y además se estableció: el escalar jerarquizado construido entre los alumnados de todos los colegios públicos de Cuenca, muestra la pervivencia agudizadora de la adscripción diferencial, como filtro previo a la primera escolarización; el análisis de los flujos de movilidad en el nivel inicial de escolarización marca el comportamiento de sus dimensiones de evitación y atracción, y muestra sus efectos en la redistribución segmentada del alumnado entre colegios públicos; la puesta a prueba del criterio de proximidad física confirma que en la adscripción han venido actuando como elemento corrector patrones de distancia total ponderada entre el colegio y la familia, que incluye los aspectos socioeconómicos; la ubicación urbana del centro y su relación radial-social con colegios de otros nodos urbanos próximos influye en la proporción en que sus plazas son cubiertas por clientelas propias o ajenas; las modificaciones propias de la insuficiencia de capacidad, han funcionado como una modalidad de numerus clausus, y han venido actuando de forma unívoca como factor agudizador del perfil del centro; entre centros de un mismo tipo ubicados en el mismo nodo urbano o de gran contigüidad, se dan grados de evitación equivalentes para los segmentos poblacionales que coinciden o rebasan la línea marcada por el estatus del centro; esto hace que ya desde la permanencia, pueda postularse la existencia de una cota o nivel de relación entre el estatus del colegio y la familia que coincide con el nivel de no-reposición, por encima del cual los condicionantes de capacidad no actúan, y que seála el punto de inflexión entre que la movilidad aparezca como elegida por la familia o por el centro, activa/pasiva; lo más obvio es que todo esto ocurre independientemente de lo que se ha dado en llamar calidad, bien sea de equipamientos, docencia, etc., aunque es importante registrar que tiende a repercutir en el autoconcepto de los profesionales. Por lo tanto, se demuestra la existencia de una diferenciación en la composición de las poblaciones escolares que se adscriben a cada centro estudiado, así como en el propio reclutamiento del alumnado que accede a estos centros. Ligados a esta adscripción diferencial se encuentran factores de proximidad físico-social del alumnado al centro, determinados, a su vez, por aspectos socioeconómicos. Es posible observar comportamientos de búsqueda y evitación tanto por parte de los centros en la aceptación de los alumnos, como por parte de la familia en la elección de aquellos.
Determinar si las clientelas de centros escolares públicos son socialmente diferenciables; construir sobre los perfiles de las composiciones poblacionales adscritas en cada Centro un escalar que permite evaluar la posición relativa de cada colegio dentro del universo poblacional; concretar si la diferenciación de clientelas de los centros se justificaría suficientemente si sólo tuviéramos en cuenta las composiciones sociales de las zonas correspondientes; averiguar si la adscripción de alumnado a los distintos centros escolares agudiza o mantiene las diferencias zonales existentes; conocer la relación de la movilidad presentada con indicadores de estatus; establecer la incidencia de la disponibilidad de plazas de un centro respecto de su demanda potencial, en esta posible agudización de estatus del alumnado; obtener una caracterización de los comportamientos de adscripción de centros y familias, según reflejen pautas de búsqueda-evitación. 8 centros escolares públicos y 2 centros escolares privados de Cuenta, con un total de 4753 alumnos. Se utilizaron variables dependientes e independientes relacionadas con el estatus familiar. La recogida de datos se realiza a través de unos cuestionarios con los datos resultantes de la observación participante llevada a cabo por profesorado de EGB en prácticas. Se cubrieron la totalidad de los objetivos indicados, y además se estableció: el escalar jerarquizado construido entre los alumnados de todos los colegios públicos de Cuenca, muestra la pervivencia agudizadora de la adscripción diferencial, como filtro previo a la primera escolarización; el análisis de los flujos de movilidad en el nivel inicial de escolarización marca el comportamiento de sus dimensiones de evitación y atracción, y muestra sus efectos en la redistribución segmentada del alumnado entre colegios públicos; la puesta a prueba del criterio de proximidad física confirma que en la adscripción han venido actuando como elemento corrector patrones de distancia total ponderada entre el colegio y la familia, que incluye los aspectos socioeconómicos; la ubicación urbana del centro y su relación radial-social con colegios de otros nodos urbanos próximos influye en la proporción en que sus plazas son cubiertas por clientelas propias o ajenas; las modificaciones propias de la insuficiencia de capacidad, han funcionado como una modalidad de numerus clausus, y han venido actuando de forma unívoca como factor agudizador del perfil del centro; entre centros de un mismo tipo ubicados en el mismo nodo urbano o de gran contigüidad, se dan grados de evitación equivalentes para los segmentos poblacionales que coinciden o rebasan la línea marcada por el estatus del centro; esto hace que ya desde la permanencia, pueda postularse la existencia de una cota o nivel de relación entre el estatus del colegio y la familia que coincide con el nivel de no-reposición, por encima del cual los condicionantes de capacidad no actúan, y que seála el punto de inflexión entre que la movilidad aparezca como elegida por la familia o por el centro, activa/pasiva; lo más obvio es que todo esto ocurre independientemente de lo que se ha dado en llamar calidad, bien sea de equipamientos, docencia, etc., aunque es importante registrar que tiende a repercutir en el autoconcepto de los profesionales. Por lo tanto, se demuestra la existencia de una diferenciación en la composición de las poblaciones escolares que se adscriben a cada centro estudiado, así como en el propio reclutamiento del alumnado que accede a estos centros. Ligados a esta adscripción diferencial se encuentran factores de proximidad físico-social del alumnado al centro, determinados, a su vez, por aspectos socioeconómicos. Es posible observar comportamientos de búsqueda y evitación tanto por parte de los centros en la aceptación de los alumnos, como por parte de la familia en la elección de aquellos.
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