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dc.contributor.authorPacios López, Arseniospa
dc.date.issued1980spa
dc.identifier.issn0210-4687spa
dc.identifier.urihttp://hdl.handle.net/11162/73041
dc.description.abstractEn la práctica es muy frecuente un tipo de actividad docente que sólo pretende que el alumno acapare conocimientos, que los domine y los pueda usar correctamente, pero con una total despreocupación por la mejora y el perfeccionamiento del entendimiento. En este caso el profesor es sólo docente, no educador. Ayuda al alumno a llenar su mente de saberes, pero no el prepara a que los alumbre por sí mismo. De ello, se deduce que el buen profesor-educador es el que aprovecha para instruir al discente y capacitarle para aprender autónomamente. La actividad instructiva-formativa es aquella que además del saber, pretende el aumento de la perfección del discente. La actividad intelectual no se debe a la instrucción pura y dura, sino a la perfección con que esta actividad es realizada por el educando. Es evidente, que la perfección de la actividad instructiva está en función del empeño total del educando en su realización. Por eso se da tanta importancia a la motivación del aprendizaje. El arte del profesor consistirá en saber excitar la curiosidad del discentes, proponiéndole con fines atractivos los fines que este debe lograr, haciéndole ver que el esfuerzo del aprendizaje es un medio duro, pero tiene su recompensa. El hecho de que un educando se empeñe vitalmente, con todas sus fuerzas y energías en la realización de una tarea de aprendizaje permite siempre augurar que la ejecutará con un alto grado de perfección. No puede considerarse un proceso instructivo perfecto cuando se descuide la precisión, el rigor, la exactitud, la riqueza de notas de los conceptos, etcétera. La acción instructiva del discente no puede ser perfecta si no se ajusta en un todo a la verdad y el espíritu crítico. Es importante para la educación intelectual de la juventud el hecho de que los docentes conozcan con la mayor exactitud posible las características de la instrucción perfecta. También el profesor educador tiene que tener una dosis de paciencia para abstenerse de corregir errores precipitadamente y dar tiempo a que el alumno los enmiende por propia iniciativa.spa
dc.format.mediumRevistaspa
dc.format.mediumDigitalspa
dc.language.isospaspa
dc.relation.ispartofRevista de bachillerato. 1980, n. 16 ; p. 7-10spa
dc.rightsCuando no se especifique otra condición, los documentos incorporados a Redined a texto completo, se hallan bajo las condiciones de uso de sólo lectura y únicamente podrán ser citados con reconocimiento del autor(es). Para cualquier otro uso, deberá solicitarse el permiso del autor (es)spa
dc.subjectteoría de la educaciónspa
dc.subjectprofesión docentespa
dc.subjectconocimientospa
dc.titleLa actividad instructiva como medio de educación del entendimientospa
dc.typeArtículo de revistaspa
dc.audienceUsuarios en generalspa
dc.bbddAnalíticasspa
dc.date.provenance2007-09-12T10:07:42spa
dc.description.locationBiblioteca de Educación del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte; Calle San Agustín, 5 - 3 Planta; 28014 Madrid; Tel. +34917748000; biblioteca@mecd.esspa
dc.description.paisESPspa
dc.educationLevelEducación Secundariaspa
dc.identifier.signaturaEC R-91spa
dc.title.journalRevista de bachilleratospa


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