Educación secundaria y transformaciones socioeconómicas
Ver/ Abrir
Nivel Educativo:
Tipo Documental:
Artículo de revistaEstadísticas:
Ver Estadísticas de usoMetadatos:
Mostrar el registro completo del ítemAutor:
Fecha:
1975Publicado en:
Revista de educación. 1975, n. 238 ; p. 5-14Resumen:
Nace en el occidente europeo como un orden educativo diferenciado de la educación popular o de base, para los hijos de la clases noble, alta burguesía y burguesía naciente en los siglos XVI y XVII, de base humanística y teórica, reducido número de alumnos en relación al total de población escolar de la edad correspondiente, entendida como una preparación para la universidad, que es el modelo en el que esta se constituye en el Occidente europeo del siglo XIX con el auge de la burguesía urbana. Pero desde un principio existían dos direcciones contrapuestas sobre lo que debe ser la nueva enseñanza secundaria, según la diferente concepción que se tuviera del papel o función de la nueva clase burguesa a la que dicha enseñanza se amoldaba e iba dirigida. Frente a una enseñanza secundaria humanístico-teórica concebida por sus usuarios se anteponía con otra que ligada a una concepción de la nueva clase burguesa como grupo que ha de transformar y dominar el mundo y la naturaleza, pone el acento en los aspectos científico-naturales, incluso a veces con una clara orientación técnico-profesional. Esta segunda corriente afloraría trastocando el orden de la educación secundaria tradicional clásica, ya en el siglo XX cuando los hechos y el crecimiento de los alumnos invalide todo el planteamiento con que tal nivel de enseñanza se había consolidado en el siglo XIX. En España hubo intentos, pero era un conjunto disperso y no oficial, faltaba un organismo que realizase un intento oficial con fondos públicos. La figura que condensa todos estos esfuerzos es Gil de Zárate con su plan de estudios de 1845 y se implantaría en la década moderada (1843-185499. Esta nueva enseñanza secundaria se consolidará definitivamente con sus rasgos tradicionales y con un proceso similar al europeo que perdurará en los años centrales del siglo XIX. Las características son : Enseñanza preparatoria para la universidad; orientación humanística-clásica. Las lenguas antiguas serán siempre el fundamento de la literatura y de los buenos estudios; la enseñanza secundaria como distintivo u ornamento social de las clases acomodadas. En definitiva, se produce la crisis del bachillerato tradicional en el siglo XX al entrar en la escena política la clase obrera. A la enseñanza secundaria de masas se le exige actualmente una triple función: preparar para los estudios universitarios, proporcionar una mano de obra cualificada de nivel medio, satisfacer la creciente demanda de tales cualificaciones por el mercado de trabajo, e impartir una cultura general (en la que cada vez más importantes las ciencias sociales y humanas y las científico-tecnológicas) al nivel más elevado posible. En el siglo XX se respondió constituyendo ramas paralelas con unas y otras denominaciones que respondían a cada una de las necesidades por separado, a base de centros diferentes con programas distintos. Pero finalmente se ha optado por un solo y único sistema de escuela-media, en cuyo seno se establece la diferenciación a niveles distintos según los países, con un programa crucial, pero de acuerdo con el binomio uniformación-diferenciación y la necesaria adecuación de los programas de estudio a los intereses, valores y preferencias de la mayoría de alumnos que entran en la enseñanza secundaria. Con mayor atención a las lenguas extranjeras, carácter práctico y a las ciencias sociales y humanas. El latín no es obligatorio. Introducción como opción de enseñanzas técnico-profesionales. Desarrollo de la educación física y crecimiento del número de experiencias artísticas.
Nace en el occidente europeo como un orden educativo diferenciado de la educación popular o de base, para los hijos de la clases noble, alta burguesía y burguesía naciente en los siglos XVI y XVII, de base humanística y teórica, reducido número de alumnos en relación al total de población escolar de la edad correspondiente, entendida como una preparación para la universidad, que es el modelo en el que esta se constituye en el Occidente europeo del siglo XIX con el auge de la burguesía urbana. Pero desde un principio existían dos direcciones contrapuestas sobre lo que debe ser la nueva enseñanza secundaria, según la diferente concepción que se tuviera del papel o función de la nueva clase burguesa a la que dicha enseñanza se amoldaba e iba dirigida. Frente a una enseñanza secundaria humanístico-teórica concebida por sus usuarios se anteponía con otra que ligada a una concepción de la nueva clase burguesa como grupo que ha de transformar y dominar el mundo y la naturaleza, pone el acento en los aspectos científico-naturales, incluso a veces con una clara orientación técnico-profesional. Esta segunda corriente afloraría trastocando el orden de la educación secundaria tradicional clásica, ya en el siglo XX cuando los hechos y el crecimiento de los alumnos invalide todo el planteamiento con que tal nivel de enseñanza se había consolidado en el siglo XIX. En España hubo intentos, pero era un conjunto disperso y no oficial, faltaba un organismo que realizase un intento oficial con fondos públicos. La figura que condensa todos estos esfuerzos es Gil de Zárate con su plan de estudios de 1845 y se implantaría en la década moderada (1843-185499. Esta nueva enseñanza secundaria se consolidará definitivamente con sus rasgos tradicionales y con un proceso similar al europeo que perdurará en los años centrales del siglo XIX. Las características son : Enseñanza preparatoria para la universidad; orientación humanística-clásica. Las lenguas antiguas serán siempre el fundamento de la literatura y de los buenos estudios; la enseñanza secundaria como distintivo u ornamento social de las clases acomodadas. En definitiva, se produce la crisis del bachillerato tradicional en el siglo XX al entrar en la escena política la clase obrera. A la enseñanza secundaria de masas se le exige actualmente una triple función: preparar para los estudios universitarios, proporcionar una mano de obra cualificada de nivel medio, satisfacer la creciente demanda de tales cualificaciones por el mercado de trabajo, e impartir una cultura general (en la que cada vez más importantes las ciencias sociales y humanas y las científico-tecnológicas) al nivel más elevado posible. En el siglo XX se respondió constituyendo ramas paralelas con unas y otras denominaciones que respondían a cada una de las necesidades por separado, a base de centros diferentes con programas distintos. Pero finalmente se ha optado por un solo y único sistema de escuela-media, en cuyo seno se establece la diferenciación a niveles distintos según los países, con un programa crucial, pero de acuerdo con el binomio uniformación-diferenciación y la necesaria adecuación de los programas de estudio a los intereses, valores y preferencias de la mayoría de alumnos que entran en la enseñanza secundaria. Con mayor atención a las lenguas extranjeras, carácter práctico y a las ciencias sociales y humanas. El latín no es obligatorio. Introducción como opción de enseñanzas técnico-profesionales. Desarrollo de la educación física y crecimiento del número de experiencias artísticas.
Leer menosItems relacionados
Mostrando ítems relacionados por materias.