Adiós a la carrera docente
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Fecha:
2001Publicado en:
Cátedra nova. 2001, n. 14, diciembre ; p. 11-14Resumen:
Se muestra la problemática del maestro en su escalada al techo de la carrera docente que, en su reconocimiento administrativo y fomento legal ha quedado rota, por no ser recogida por la Administración en sus leyes. Hasta ahora un maestro podía llegar peldaño a peldaño a catedrático de Universidad. La legislación vigente así lo recogía en su articulado. La transición de la educación primaria a la secundaria era y es un hecho. Si bien acceder de Secundaria a la Universidad era imposible por el modo excluyente de operar de las Universidades, a pesar de estar recogido en la Ley de Reforma Universitaria (LRU) de 1983 el paso de los profesores de Bachillerato a las plazas universitarias. Se esperaba que la Ley Orgánica de Universidades (LOU) especificara y concretara ese tránsito a la Universidad, pero el caso es que ni siquiera está contemplada en ella esta promoción. Así, el techo de la carrera docente está en la cátedra de Instituto. Profesores maduros y experimentados en la docencia real, investigadores o doctores quedan atrapados en su círculo hermético al no abrirles la LOU una puerta de acceso al fortín de la Universidad.
Se muestra la problemática del maestro en su escalada al techo de la carrera docente que, en su reconocimiento administrativo y fomento legal ha quedado rota, por no ser recogida por la Administración en sus leyes. Hasta ahora un maestro podía llegar peldaño a peldaño a catedrático de Universidad. La legislación vigente así lo recogía en su articulado. La transición de la educación primaria a la secundaria era y es un hecho. Si bien acceder de Secundaria a la Universidad era imposible por el modo excluyente de operar de las Universidades, a pesar de estar recogido en la Ley de Reforma Universitaria (LRU) de 1983 el paso de los profesores de Bachillerato a las plazas universitarias. Se esperaba que la Ley Orgánica de Universidades (LOU) especificara y concretara ese tránsito a la Universidad, pero el caso es que ni siquiera está contemplada en ella esta promoción. Así, el techo de la carrera docente está en la cátedra de Instituto. Profesores maduros y experimentados en la docencia real, investigadores o doctores quedan atrapados en su círculo hermético al no abrirles la LOU una puerta de acceso al fortín de la Universidad.
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