La necesidad de equiparación en las evaluaciones educativas (o los números pueden engañarnos)
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Fecha:
2010Publicado en:
Innovación y formación. 2010, n. 5 ; p. 45-48Resumen:
Se acostumbra a comparar rendimientos educativos y se asume que números iguales representan magnitudes iguales. No se piensa cómo han sido los procesos que han generado esos números. La misma puntuación de dos individuos distintos en dos exámenes distintos puede indicar capacidades diferentes. El procedimiento técnico para hacer comparables puntuaciones de pruebas distintas se denomina equiparación. Para poder equiparar dos pruebas es necesario que compartan preguntas o que una misma población responda a las dos pruebas. Por último, analiza cómo se ha incrementado en la Comunidad de Madrid el rendimiento en Matemáticas de los alumnos de segundo de la ESO entre los años 2007 y 2009.
Se acostumbra a comparar rendimientos educativos y se asume que números iguales representan magnitudes iguales. No se piensa cómo han sido los procesos que han generado esos números. La misma puntuación de dos individuos distintos en dos exámenes distintos puede indicar capacidades diferentes. El procedimiento técnico para hacer comparables puntuaciones de pruebas distintas se denomina equiparación. Para poder equiparar dos pruebas es necesario que compartan preguntas o que una misma población responda a las dos pruebas. Por último, analiza cómo se ha incrementado en la Comunidad de Madrid el rendimiento en Matemáticas de los alumnos de segundo de la ESO entre los años 2007 y 2009.
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