Propuestas para anticiparse al duelo
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2009Publicado en:
Cuadernos de pedagogía. 2009, n. 388, marzo ; p. 68-75Resumen:
Compartir la experiencia de la enfermedad, el sufrimiento, las pérdidas y la muerte de una forma serena en la educación, contribuye a la formación integral de la persona. Es necesario que los educadores aprendan a acompañar al alumnado cuando debe afrontar situaciones de duelo. Se dan a conocer diferentes propuestas que ofrecen a los educadores recursos para reflexionar sobre la experiencia de la finitud. En Infantil, a los niños les cuesta diferenciar entre realidad y fantasía y no son conscientes del significado de la muerte. En muchos casos, creen que es algo temporal y reversible. En la propuesta para esta etapa, se analizan la caída de las hojas, el cambio en los seres vivos y las características de un bosque en otoño. En Primaria, los niños pueden dar una respuesta emocional ante la muerte y empiezan a hacer preguntas sobre la misma. Muestran interés por las posibles causas de la muerte y al final de la etapa comprenden que ellos también morirán, pero lo ven como un acontecimiento lejano. La propuesta para Primaria se basa en la lectura de dos cuentos y el visionado de una película. Se enuncian objetivos como reflexionar sobre el significado de echar de menos, el estado temporal de la existencia y las diferencias entre la muerte accidental y la previsible. En la adolescencia, se entiende el ciclo de la vida y se descubre conscientemente la obligatoriedad de la muerte y que es un proceso irreversible, pero lejano. Para esta etapa, se proponen entre otros, realizar un trabajo de investigación sobre la muerte; conocer las costumbres en cada localidad; identificar las creencias desde las grandes religiones; la confección de un árbol genealógico de los antepasados o el visionado de una película donde se trata una enfermedad específica.
Compartir la experiencia de la enfermedad, el sufrimiento, las pérdidas y la muerte de una forma serena en la educación, contribuye a la formación integral de la persona. Es necesario que los educadores aprendan a acompañar al alumnado cuando debe afrontar situaciones de duelo. Se dan a conocer diferentes propuestas que ofrecen a los educadores recursos para reflexionar sobre la experiencia de la finitud. En Infantil, a los niños les cuesta diferenciar entre realidad y fantasía y no son conscientes del significado de la muerte. En muchos casos, creen que es algo temporal y reversible. En la propuesta para esta etapa, se analizan la caída de las hojas, el cambio en los seres vivos y las características de un bosque en otoño. En Primaria, los niños pueden dar una respuesta emocional ante la muerte y empiezan a hacer preguntas sobre la misma. Muestran interés por las posibles causas de la muerte y al final de la etapa comprenden que ellos también morirán, pero lo ven como un acontecimiento lejano. La propuesta para Primaria se basa en la lectura de dos cuentos y el visionado de una película. Se enuncian objetivos como reflexionar sobre el significado de echar de menos, el estado temporal de la existencia y las diferencias entre la muerte accidental y la previsible. En la adolescencia, se entiende el ciclo de la vida y se descubre conscientemente la obligatoriedad de la muerte y que es un proceso irreversible, pero lejano. Para esta etapa, se proponen entre otros, realizar un trabajo de investigación sobre la muerte; conocer las costumbres en cada localidad; identificar las creencias desde las grandes religiones; la confección de un árbol genealógico de los antepasados o el visionado de una película donde se trata una enfermedad específica.
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