Entre la memoria cultural y la sociedad global : identidades y educación en España

Abstract

El concepto de cultura engloba, no sólo el conjunto de obras de creación espiritual y artística, sino también el conjunto de los sistemas simbólicos, de las reglas sociales y de las destrezas que estructuran la vida colectiva de una sociedad estable en el tiempo. Las culturas son conductas aprendidas que se transmiten, social y simbólicamente, a través del aprendizaje y de la educación. Las lenguas adquieren un alto valor simbólico, pues permiten el desarrollo y la transmisión de conocimientos, y son capaces de condicionar la visión del mundo y de la sociedad. La repetición de determinadas prácticas engendra una memoria cultural que se encarga de construir una identidad. Si estas prácticas se convierten en sociales a través de un grupo de personas, se perfilan la identidad socio-cultural y la etnicidad de los pueblos: algunos obtienen la categoría política de naciones, otros se mantienen de una importante identidad colectiva con proyección hacia el futuro y se les denomina 'naciones-cultura'. La aparición de la globalización puede ocasionar la destrucción de identidades locales anteriores y la emergencia de nuevas identidades locales. La heterogeneidad cultural conlleva una problemática que las políticas educativas deben enfrentar ofreciendo completar los procesos de socialización desde la óptica de una sociedad participativa y democrática. La educación puede ser un instrumento eficaz para promover y proteger las identidades culturales, así como para reducir algunos efectos negativos de la heterogeneidad cultural. Se debe tender a promover el diálogo entre identidades para lograr una integración cultural democrática constituida desde la multiculturalidad, que asuma tanto la relatividad cultural como el universalismo.