Crónica de una esperanza : breve historia de las Bibliotecas Escolares españolas
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http://hdl.handle.net/10366/119182Nivel Educativo:
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2005Publicado en:
Educación y biblioteca : revista de documentación y recursos didácticos . 2005, n. 147, mayo-junio ; p. 27-37Resumen:
Se narra la historia de las Bibliotecas Escolares en España desde su primera mención en 1882 en el Congreso Nacional Pedagógico. El impulso que dio a la educación la Institución Libre de Enseñanza en 1876, liderada por Giner de los Ríos, es de capital trascendencia para la creación de las bibliotecas populares que se extendieron por España durante la II República. El período franquista detuvo todo este tipo de iniciativas. En la actualidad, diferentes asociaciones se encargan de trabajar para potenciar el papel de estas bibliotecas organizando actividades de animación a la lectura, de aprendizaje y encuentro con la cultura. También editan sus propias publicaciones con mayor o menor difusión y organizan jornadas, congresos y actividades que fomentan el contacto entre profesionales y les motiva en su trabajo. Desde que se han transferido las competencias de educación a las comunidades autónomas, algunas de ellas han optado por poner en marcha jornadas que se celebran periódicamente y que buscan fomentar la puesta en común de experiencias entre profesionales de las bibliotecas escolares. El Ministerio de Cultura organiza, a nivel estatal, las Campañas de Fomento de la Lectura para la formación de responsables de bibliotecas escolares. También crea el Plan de Mejora de las Bibliotecas Escolares y el Plan de Fomento de la Lectura, pero estas iniciativas ni se mantienen en el tiempo ni llegan a todos los centros. En 2004 se introduce, por primera vez, en una ley orgánica un artículo dedicado a las bibliotecas que ofrece razones para la esperanza, y aunque parece difícil equipararse con los países más avanzados de la Unión Europea, se sigue trabajando para conseguir el cambio y la modernización en las bibliotecas escolares españolas.
Se narra la historia de las Bibliotecas Escolares en España desde su primera mención en 1882 en el Congreso Nacional Pedagógico. El impulso que dio a la educación la Institución Libre de Enseñanza en 1876, liderada por Giner de los Ríos, es de capital trascendencia para la creación de las bibliotecas populares que se extendieron por España durante la II República. El período franquista detuvo todo este tipo de iniciativas. En la actualidad, diferentes asociaciones se encargan de trabajar para potenciar el papel de estas bibliotecas organizando actividades de animación a la lectura, de aprendizaje y encuentro con la cultura. También editan sus propias publicaciones con mayor o menor difusión y organizan jornadas, congresos y actividades que fomentan el contacto entre profesionales y les motiva en su trabajo. Desde que se han transferido las competencias de educación a las comunidades autónomas, algunas de ellas han optado por poner en marcha jornadas que se celebran periódicamente y que buscan fomentar la puesta en común de experiencias entre profesionales de las bibliotecas escolares. El Ministerio de Cultura organiza, a nivel estatal, las Campañas de Fomento de la Lectura para la formación de responsables de bibliotecas escolares. También crea el Plan de Mejora de las Bibliotecas Escolares y el Plan de Fomento de la Lectura, pero estas iniciativas ni se mantienen en el tiempo ni llegan a todos los centros. En 2004 se introduce, por primera vez, en una ley orgánica un artículo dedicado a las bibliotecas que ofrece razones para la esperanza, y aunque parece difícil equipararse con los países más avanzados de la Unión Europea, se sigue trabajando para conseguir el cambio y la modernización en las bibliotecas escolares españolas.
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