Las ideas de Isócrates en la concepción del príncipe cristiano de Juan Luis Vives
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2015Publicado en:
Bordón : revista de pedagogía. 2015, vol. 67, n. 4 ; p. 93-105Resumen:
En el Renacimiento, la recuperación de los autores clásicos fue una constante por parte de los humanistas. Juan Luis vives hizo lo propio con las ideas de muchos de ellos. Para la propuesta de educación política "vivista", las ideas de Isócrates suponen un pilar sustentador de primer orden, como lo fueron también para Erasmo. La importancia que el ateniense concedió a la educación de los gobernantes para hacer de ellos hombres virtuosos, así como su propio pensamiento político, favoreció la relevancia que le concedieron ambos humanistas. En este artículo se comparan las circunstancias que condicionaron la vida de cada uno de los autores y que los aproxima de alguna manera para continuar con una exposición de algunas de las principales propuestas isocráticas para la educación de príncipes a la vez que se manifiesta que el humanista les otorgó similar importancia. Se comprueba que, salvando las distancias propias de los siglos transcurridos y de la predominancia de las ideas cristianas en el Renacimiento, el modelo de gobernante ideal para ambos autores es muy similar, así como la apuesta por la educación de los príncipes en sabiduría y virtud como el mejor de los caminos para regenerar las sociedades. Como en todas las épocas de la historia, la educación ética de las personas dedicadas a las labores de gobierno sigue siendo una preocupación aún en la actualidad. Cabe reflexionar sobre si, en las condiciones actuales en que se encuentra en las sociedades occidentales, las propuestas de hombres como Isócrates y Vives siguen teniendo validez.
En el Renacimiento, la recuperación de los autores clásicos fue una constante por parte de los humanistas. Juan Luis vives hizo lo propio con las ideas de muchos de ellos. Para la propuesta de educación política "vivista", las ideas de Isócrates suponen un pilar sustentador de primer orden, como lo fueron también para Erasmo. La importancia que el ateniense concedió a la educación de los gobernantes para hacer de ellos hombres virtuosos, así como su propio pensamiento político, favoreció la relevancia que le concedieron ambos humanistas. En este artículo se comparan las circunstancias que condicionaron la vida de cada uno de los autores y que los aproxima de alguna manera para continuar con una exposición de algunas de las principales propuestas isocráticas para la educación de príncipes a la vez que se manifiesta que el humanista les otorgó similar importancia. Se comprueba que, salvando las distancias propias de los siglos transcurridos y de la predominancia de las ideas cristianas en el Renacimiento, el modelo de gobernante ideal para ambos autores es muy similar, así como la apuesta por la educación de los príncipes en sabiduría y virtud como el mejor de los caminos para regenerar las sociedades. Como en todas las épocas de la historia, la educación ética de las personas dedicadas a las labores de gobierno sigue siendo una preocupación aún en la actualidad. Cabe reflexionar sobre si, en las condiciones actuales en que se encuentra en las sociedades occidentales, las propuestas de hombres como Isócrates y Vives siguen teniendo validez.
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