Sociedad burguesa y educación en el siglo XIX : la perspectiva reformista transnacional de Ramón de la Sagra y la educación en España
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Fecha:
2013Publicado en:
Bordón : revista de pedagogía. 2013, vol. 65, n. 4 ; p. 47-60Resumen:
Bajo el peso de las transformaciones económicas y políticas del modelo de Estado liberal y burgués, aparecían nuevas problemáticas sociales, al tiempo que los desajustes entre las clases sociales se hacían cada vez más evidentes. Esto suscitaba interrogantes en torno a su resolución. Ante ello se renovó el pensamiento que procuraba encontrar una perspectiva a estos acontecimientos. Especialmente una nueva base moral adecuada para las acciones humanas y por esto la educación tuvo un protagonismo singular. La orientación sansimoniana y protosocialista, de una parte, y la escolar pestalozziana, sensoempirista, aunque fundada en el idealismo kantiano, por otra, parecieron a muchos una vía adecuada para la reforma social. Una y otra orientación contaron con contradictores. Pero encontraron algunas destacadas resonancias en España, como, por ejemplo, la de Ramón de la Sagra, un liberal moderado que creía en el poder de la educación popular. Ramón de la Sagra informaba y asesoraba sobre las reformas e iniciativas escolares que había examinado en los EEUU (1835) y de lo que había observado en sus viajes pedagógicos a Francia, Bélgica y Holanda. El análisis permite reconocer que, más allá del bien informado saber-hacer que Pablo Montesino había incorporado procedente de Inglaterra, otras fuentes de información transnacional sobre la política educativa pudieron estar al alcance de los reformadores españoles.
Bajo el peso de las transformaciones económicas y políticas del modelo de Estado liberal y burgués, aparecían nuevas problemáticas sociales, al tiempo que los desajustes entre las clases sociales se hacían cada vez más evidentes. Esto suscitaba interrogantes en torno a su resolución. Ante ello se renovó el pensamiento que procuraba encontrar una perspectiva a estos acontecimientos. Especialmente una nueva base moral adecuada para las acciones humanas y por esto la educación tuvo un protagonismo singular. La orientación sansimoniana y protosocialista, de una parte, y la escolar pestalozziana, sensoempirista, aunque fundada en el idealismo kantiano, por otra, parecieron a muchos una vía adecuada para la reforma social. Una y otra orientación contaron con contradictores. Pero encontraron algunas destacadas resonancias en España, como, por ejemplo, la de Ramón de la Sagra, un liberal moderado que creía en el poder de la educación popular. Ramón de la Sagra informaba y asesoraba sobre las reformas e iniciativas escolares que había examinado en los EEUU (1835) y de lo que había observado en sus viajes pedagógicos a Francia, Bélgica y Holanda. El análisis permite reconocer que, más allá del bien informado saber-hacer que Pablo Montesino había incorporado procedente de Inglaterra, otras fuentes de información transnacional sobre la política educativa pudieron estar al alcance de los reformadores españoles.
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