La instrucción pública en Inglaterra
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1947Publicado en:
Revista nacional de educación. 1947, n. 75 ; p. 61-66Resumen:
Las virtudes típicas de la educación inglesa han mostrado, desde siempre, una gran negativa hacia todo espíritu de uniformidad militar y ha preferido siempre dar prioridad al esfuerzo voluntario. En el aspecto organizador y administrativo, el sistema difiere mucho del de otros países en tres aspectos básicos: descentralización de la administración, el papel realizado por entidades de carácter voluntario y el hecho de que los profesores no están sujetos al control oficial en asuntos de enseñanza. Las relaciones entre autoridades local y central son buenas al estar basadas en las consultas y en la cooperación a través de un trato directo. En el pasado la instrucción pública dependió de entidades religiosas, sociedades particulares e instituciones benéficas que por tradición perviven. Los directores de las escuelas tienen gran libertad para organizarlas en función de sus criterios. No hay libros de texto oficiales y los maestros son empleados de las autoridades locales o de las entidades que gobiernan sus escuelas. El Ministerio de Educación se limita a realizar un control mínimo a través de inspectores. Estos rasgos característicos de descentralización, esfuerzo voluntario y libertad de metodología en la enseñanza, han creado un sistema de gran variedad.
Las virtudes típicas de la educación inglesa han mostrado, desde siempre, una gran negativa hacia todo espíritu de uniformidad militar y ha preferido siempre dar prioridad al esfuerzo voluntario. En el aspecto organizador y administrativo, el sistema difiere mucho del de otros países en tres aspectos básicos: descentralización de la administración, el papel realizado por entidades de carácter voluntario y el hecho de que los profesores no están sujetos al control oficial en asuntos de enseñanza. Las relaciones entre autoridades local y central son buenas al estar basadas en las consultas y en la cooperación a través de un trato directo. En el pasado la instrucción pública dependió de entidades religiosas, sociedades particulares e instituciones benéficas que por tradición perviven. Los directores de las escuelas tienen gran libertad para organizarlas en función de sus criterios. No hay libros de texto oficiales y los maestros son empleados de las autoridades locales o de las entidades que gobiernan sus escuelas. El Ministerio de Educación se limita a realizar un control mínimo a través de inspectores. Estos rasgos característicos de descentralización, esfuerzo voluntario y libertad de metodología en la enseñanza, han creado un sistema de gran variedad.
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