Los resultados en la selectividad actual : algunas cuestiones a debate
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1997Publicado en:
Revista de educación. 1997, n. 314 ; p. 29-48Resumen:
Globalmente consideradas, las actuales pruebas no funcionan mal, pero los componentes que las conforman deben ser mejorados para lograr que cumplan su misión de una forma más justa. Son pruebas de calidad. El actual sistema de la nota como ordenación para elegir carrera es el menos malo en comparación con otras posibles formas de ponderar las calificaciones. Por otro lado se ha visto que existe una correlación muy baja entre los resultados de las distintas materias que componen las pruebas, lo que indica una falta de fiabilidad de las mismas. De ello, se puede deducir que: hay que cuidar cuáles son las materias concretas que entran en la selectividad, ya que la fiabilidad de la nota global dependerá de los contenidos concretos; es preciso mejorar las características técnicas de las pruebas; la falta de fiabilidad de cada materia se ve compensado al ser grande el número de pruebas. Por último, habría que hablar de la justicia de las calificaciones de los expedientes de los alumnos porque una simple décima puede ser trascendental para el futuro de un alumno cualquiera. Es necesario que los centros sean equitativos al otorgar puntuaciones. Y son las administraciones competentes las que tienen el deber de asegurar esa equidad. De todo ello, queda por decir que es necesaria una reforma sobre el procedimiento de selección, pero la calidad de las pruebas actuales no es merecedora de tantas críticas y la modificación debe ir acompañada de una mentalización social adecuada.
Globalmente consideradas, las actuales pruebas no funcionan mal, pero los componentes que las conforman deben ser mejorados para lograr que cumplan su misión de una forma más justa. Son pruebas de calidad. El actual sistema de la nota como ordenación para elegir carrera es el menos malo en comparación con otras posibles formas de ponderar las calificaciones. Por otro lado se ha visto que existe una correlación muy baja entre los resultados de las distintas materias que componen las pruebas, lo que indica una falta de fiabilidad de las mismas. De ello, se puede deducir que: hay que cuidar cuáles son las materias concretas que entran en la selectividad, ya que la fiabilidad de la nota global dependerá de los contenidos concretos; es preciso mejorar las características técnicas de las pruebas; la falta de fiabilidad de cada materia se ve compensado al ser grande el número de pruebas. Por último, habría que hablar de la justicia de las calificaciones de los expedientes de los alumnos porque una simple décima puede ser trascendental para el futuro de un alumno cualquiera. Es necesario que los centros sean equitativos al otorgar puntuaciones. Y son las administraciones competentes las que tienen el deber de asegurar esa equidad. De todo ello, queda por decir que es necesaria una reforma sobre el procedimiento de selección, pero la calidad de las pruebas actuales no es merecedora de tantas críticas y la modificación debe ir acompañada de una mentalización social adecuada.
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