¿Quién forma al formador? : un estudio sobre las tareas profesionales y necesidades de formación de asesores de Andalucía y Canarias
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1997Publicado en:
Revista de educación. 1997, n. 313 ; p. 249-278Resumen:
Se trata de un modelo de formación permanente del profesorado centrado en la mejora de los problemas prácticos de los profesores y que asume que los profesores aprenden mediante la indagación y la reflexión constructiva, ha requerido y requiere cada vez más de un personal intermedio , con formación y conocimiento en los procesos de innovación, gestión, currículo y relaciones humanas. El estudio de dos comunidades autónomas, nos ha reflejado que el perfil del asesor tiende a ser un profesor varón, de unos cuarenta años de edad, que ha realizado el curso de formación de asesores organizado por la Consejería de Educación y Ciencia correspondiente. Son profesionales que además de su experiencia como docente, aportan una amplia experiencia como formadores. En cuanto a sus condiciones profesionales, los asesores de formación dedican más tiempo del que creen a la organización y presencia en actividades regladas de formación, como al trabajo burocrático y a las actividades imprevistas y no planificadas, aunque es un tiempo normal. Por otra parte, estiman que dedican poco tiempo y que deberían dedicar más a las actividades como su formación personal, el asesoramiento a grupos de profesores en el propio centro el diseño de materiales de materiales didácticos y audiovisuales, a la búsqueda y análisis de documentación y de materiales didácticos, a la participación en la evaluación de actividades y por último, al asesoramiento de profesores individualmente. En general, descontento entre los asesores en relación con el tiempo que se ven forzados a dedicar tareas que para ellos son poco importantes, teniendo que prestar poca atención a otras tareas como el asesoramiento directo a profesores, la elaboración de materiales didácticos, o bien dedicación.
Se trata de un modelo de formación permanente del profesorado centrado en la mejora de los problemas prácticos de los profesores y que asume que los profesores aprenden mediante la indagación y la reflexión constructiva, ha requerido y requiere cada vez más de un personal intermedio , con formación y conocimiento en los procesos de innovación, gestión, currículo y relaciones humanas. El estudio de dos comunidades autónomas, nos ha reflejado que el perfil del asesor tiende a ser un profesor varón, de unos cuarenta años de edad, que ha realizado el curso de formación de asesores organizado por la Consejería de Educación y Ciencia correspondiente. Son profesionales que además de su experiencia como docente, aportan una amplia experiencia como formadores. En cuanto a sus condiciones profesionales, los asesores de formación dedican más tiempo del que creen a la organización y presencia en actividades regladas de formación, como al trabajo burocrático y a las actividades imprevistas y no planificadas, aunque es un tiempo normal. Por otra parte, estiman que dedican poco tiempo y que deberían dedicar más a las actividades como su formación personal, el asesoramiento a grupos de profesores en el propio centro el diseño de materiales de materiales didácticos y audiovisuales, a la búsqueda y análisis de documentación y de materiales didácticos, a la participación en la evaluación de actividades y por último, al asesoramiento de profesores individualmente. En general, descontento entre los asesores en relación con el tiempo que se ven forzados a dedicar tareas que para ellos son poco importantes, teniendo que prestar poca atención a otras tareas como el asesoramiento directo a profesores, la elaboración de materiales didácticos, o bien dedicación.
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