Principios básicos de la individualización del trabajo escolar
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1976Publicado en:
Revista de educación. 1976, n. 247 ; p. 184-187Resumen:
La verdadera adaptación de la escuela a las exigencias individuales del niño no significa sólo la disponibilidad de que cada un siga la marcha de sus aptitudes. Significa también desenvolvimiento de la originalidad infantil, de sus creadores impulsos, de sus iniciativas, de su emoción y, sobre todo del sentimiento de responsabilidad no sólo para si mismo ni aún para el grupo o la escuela a que pertenece, sino para con su país y con la humanidad. Las materias en que deseamos que cada niño trabaje por su cuenta deben ser individualizadas. No hay otro modo de lograr la expresión de las diferencias individuales cuando se trata de alcanzar un nivel común. Hay distintas tareas colectivas, individuales, etcétera, que cada profesor debe programar y en función de las características de sus alumnos darles unas u otras. Pero la labor colectiva y las actividades creadoras son las que dan vida al programa escolar; son la verdadera educación someter al niño a un ejercicio y aprendizaje en lectura, escritura y cálculo es importante, pero no es más que mera información, instrucción. Son los quehaceres colectivos y las actividades de autoexpresión, los exponentes de la función genuinamente educativa. En definitiva, todo género de proyectos en que intervenga la colectividad escolar generarán discusión y polémica..
La verdadera adaptación de la escuela a las exigencias individuales del niño no significa sólo la disponibilidad de que cada un siga la marcha de sus aptitudes. Significa también desenvolvimiento de la originalidad infantil, de sus creadores impulsos, de sus iniciativas, de su emoción y, sobre todo del sentimiento de responsabilidad no sólo para si mismo ni aún para el grupo o la escuela a que pertenece, sino para con su país y con la humanidad. Las materias en que deseamos que cada niño trabaje por su cuenta deben ser individualizadas. No hay otro modo de lograr la expresión de las diferencias individuales cuando se trata de alcanzar un nivel común. Hay distintas tareas colectivas, individuales, etcétera, que cada profesor debe programar y en función de las características de sus alumnos darles unas u otras. Pero la labor colectiva y las actividades creadoras son las que dan vida al programa escolar; son la verdadera educación someter al niño a un ejercicio y aprendizaje en lectura, escritura y cálculo es importante, pero no es más que mera información, instrucción. Son los quehaceres colectivos y las actividades de autoexpresión, los exponentes de la función genuinamente educativa. En definitiva, todo género de proyectos en que intervenga la colectividad escolar generarán discusión y polémica..
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