Aspectos diferenciales en la aptitud musical
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Fecha:
1987Publicado en:
Revista de educación. 1987, n. 284 ; p. 309-315Resumen:
La duda es ¿la persona nace o se hace con estas aptitudes? Es difícil valorar hasta que punto cualquier capacidad mostrada por un sujeto es algo innato o se debe a la influencia del ambiente. Como ocurre con la inteligencia, en general, existen muchas opiniones a favor de una u otra postura, a pesar de que la mayoría de los autores coinciden en afirmar que la aptitud musical es producto tanto de la herencia como del ambiente. Existe una interacción entre ambos, ya que el individuo no puede desarrollarse sin el apoyo que el medio le proporciona. Por ello, aunque haya un componente hereditario en la aptitud musical, la que un sujeto determinado tiene en un momento dado, dependerá además de las distintas clases de estímulos recibidos durante el periodo de desarrollo. Por lo que el problema más importante no está en decidir entre la herencia y el ambiente, sino en conocer las posibles limitaciones que la herencia imponga y la posibilidad de modificación de esas condiciones mediante un ambiente musical favorable. En cuanto al sexo también hay resultados contradictorios, si bien no parecen existir diferencias significativas en la aptitud musical. Cuando estas diferencias aparecen los resultados no son congruentes, sobresaliendo en unos casos los niños y en otros, las niñas. Tanto esto como el hecho probado de que más niñas estudian música lo atribuyen los distintos autores a factores sociológicos, educativos y de personalidad.
La duda es ¿la persona nace o se hace con estas aptitudes? Es difícil valorar hasta que punto cualquier capacidad mostrada por un sujeto es algo innato o se debe a la influencia del ambiente. Como ocurre con la inteligencia, en general, existen muchas opiniones a favor de una u otra postura, a pesar de que la mayoría de los autores coinciden en afirmar que la aptitud musical es producto tanto de la herencia como del ambiente. Existe una interacción entre ambos, ya que el individuo no puede desarrollarse sin el apoyo que el medio le proporciona. Por ello, aunque haya un componente hereditario en la aptitud musical, la que un sujeto determinado tiene en un momento dado, dependerá además de las distintas clases de estímulos recibidos durante el periodo de desarrollo. Por lo que el problema más importante no está en decidir entre la herencia y el ambiente, sino en conocer las posibles limitaciones que la herencia imponga y la posibilidad de modificación de esas condiciones mediante un ambiente musical favorable. En cuanto al sexo también hay resultados contradictorios, si bien no parecen existir diferencias significativas en la aptitud musical. Cuando estas diferencias aparecen los resultados no son congruentes, sobresaliendo en unos casos los niños y en otros, las niñas. Tanto esto como el hecho probado de que más niñas estudian música lo atribuyen los distintos autores a factores sociológicos, educativos y de personalidad.
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