La enseñanza de la música religiosa : los problemas litúrgicos
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Fecha:
1967Publicado en:
Revista de educación. 1967, n. 192 ; p. 12-15Resumen:
La música litúrgica no es un añadido más, sino parte imprescindible de la ceremonia religiosa. Es un instrumento de expresión religiosa de la comunidad. Desde la legislación de San Gregorio hasta el momento actual, se ha dado una tensión por el peligro que para la liturgia representa la música profana. El gran problema para los compositores de música religiosa es cómo realizar una música que sea bella y que permita la participación de todos los asistentes a la ceremonia religiosa. Copiar la música popular de la actualidad no es la solución. Antiguamente el canto gregoriano, con letras en latín, fue el elemento de participación en el ritual mediante la música y el canto. Pero no cabe la vuelta atrás. Es necesario que el misterio del rito cristiano, se presente de forma comprensible para los creyentes, es decir, en las lenguas vernáculas, tal y como defendió Erasmo. En España el problema principal es que el canto coral ya no se aprende, sino que se hereda, con lo cual se carece de una organización formal de la enseñanza de la música sagrada, con los graves inconvenientes que esto representa para el culto.
La música litúrgica no es un añadido más, sino parte imprescindible de la ceremonia religiosa. Es un instrumento de expresión religiosa de la comunidad. Desde la legislación de San Gregorio hasta el momento actual, se ha dado una tensión por el peligro que para la liturgia representa la música profana. El gran problema para los compositores de música religiosa es cómo realizar una música que sea bella y que permita la participación de todos los asistentes a la ceremonia religiosa. Copiar la música popular de la actualidad no es la solución. Antiguamente el canto gregoriano, con letras en latín, fue el elemento de participación en el ritual mediante la música y el canto. Pero no cabe la vuelta atrás. Es necesario que el misterio del rito cristiano, se presente de forma comprensible para los creyentes, es decir, en las lenguas vernáculas, tal y como defendió Erasmo. En España el problema principal es que el canto coral ya no se aprende, sino que se hereda, con lo cual se carece de una organización formal de la enseñanza de la música sagrada, con los graves inconvenientes que esto representa para el culto.
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