Cómo patentar sin ayuda de una oficina de patentes
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Fecha:
2010Publicado en:
Actas de las I Jornadas sobre Innovación Docente y Adaptación al EEES en las titulaciones técnicas. 2010 ; p. 113-116Resumen:
Cuando un investigador-docente, llega a materializar una invención concreta, bien sea a modo de representación gráfica, bien sea a modo de concreción objetual, suelen aparecer una serie de cuestiones a solventar. Se trata de preguntas sobre el modo en el que poder dar el siguiente paso para industrializar dicho producto u objeto, o simplemente por conseguir realizarlo. Son cuestiones del tipo: ¿Se podrá patentar esta o aquella invención? ¿Qué se tendría que hacer? ¿Será muy complicado?... son algunas de las cuestiones preliminares de todo aquel que piensa seriamente la posibilidad de patentar algo. Después vendrán otras preguntas del tipo, ¿de verdad es tan complicado? O también ¿habrá que encargárselo a una oficina de patentes? Dichas deliberaciones son necesarias en origen, pero también es verdad que, en demasiadas ocasiones acaban en un callejón sin salida, bien por la aparente complicación de gestión, bien por el elevado precio que ofrecen las distintas oficinas de patentes. Se expone cómo se puede obtener una patente al margen de los servicios de una oficina de patentes y por lo tanto con un reducido coste económico para el investigador-docente. Se aborda el 'cómo' patentar una invención y se trata de hacer asequible la exposición de modo que manifieste la realidad de dicho proceso. Y es que conseguir una patente, no tiene que ver con un proceso complejo o extremadamente dificultoso, aunque sí se trata de un proceso laborioso y dilatado en el tiempo. Por último, se abordan brevemente las conveniencias curriculares de este tipo de méritos, esencialmente desde el punto de vista de la ANECA. También se tratan las dificultades existentes en la post-patente, en la industrialización y puesta en el mercado de dicha invención.
Cuando un investigador-docente, llega a materializar una invención concreta, bien sea a modo de representación gráfica, bien sea a modo de concreción objetual, suelen aparecer una serie de cuestiones a solventar. Se trata de preguntas sobre el modo en el que poder dar el siguiente paso para industrializar dicho producto u objeto, o simplemente por conseguir realizarlo. Son cuestiones del tipo: ¿Se podrá patentar esta o aquella invención? ¿Qué se tendría que hacer? ¿Será muy complicado?... son algunas de las cuestiones preliminares de todo aquel que piensa seriamente la posibilidad de patentar algo. Después vendrán otras preguntas del tipo, ¿de verdad es tan complicado? O también ¿habrá que encargárselo a una oficina de patentes? Dichas deliberaciones son necesarias en origen, pero también es verdad que, en demasiadas ocasiones acaban en un callejón sin salida, bien por la aparente complicación de gestión, bien por el elevado precio que ofrecen las distintas oficinas de patentes. Se expone cómo se puede obtener una patente al margen de los servicios de una oficina de patentes y por lo tanto con un reducido coste económico para el investigador-docente. Se aborda el 'cómo' patentar una invención y se trata de hacer asequible la exposición de modo que manifieste la realidad de dicho proceso. Y es que conseguir una patente, no tiene que ver con un proceso complejo o extremadamente dificultoso, aunque sí se trata de un proceso laborioso y dilatado en el tiempo. Por último, se abordan brevemente las conveniencias curriculares de este tipo de méritos, esencialmente desde el punto de vista de la ANECA. También se tratan las dificultades existentes en la post-patente, en la industrialización y puesta en el mercado de dicha invención.
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