Afectividad y sexualidad en el deficiente mental
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1977Resumen:
Estudiar la afectividad y sexualidad en el deficiente mental. 58 sujetos de un centro de educación especial, 26 de sexo femenino y 32 de sexo masculino. De edades comprendidas entre los 8 y 14 años. Explica los rasgos más característicos de la afectividad y de la sexualidad en la evolución del niño, después realiza un estudio experimental para averiguar los conocimientos que tienen, sobre la afectividad y la sexualidad, los deficientes mentales. Cuestionario. La prueba consta de 13 ítems, las preguntas de tipo informativo se formulan para averiguar si el niño tiene una idea clara de las diferencias de géneros y las de tipo afectivo-sexual sirven para saber como reacciona el deficiente mental ante los diferentes estímulos afectivo-sexuales. 1) No encontramos ninguna anomalía a primera vista de tipo sexual en estos sujetos, aunque en muy pocas ocasiones se deja entrever una pequeña desviación sexual. 2) La vida afectiva nos da la impresión que es demasiado superficial. 3) Existe una atracción afectivo-sexual hacia el otro sexo, lo cual, puede desembocar en un futuro matrimonio, salvo en algunos casos, muy pocos, en los cuales existe rechazo por el sexo contrario. 4) La información que han podido obtener estos sujetos nos parece un poco defectuosa y no completa. 5) La diferencia de sexo, no creemos que influya en las diferentes respuestas obtenidas, sin embargo, da la impresión de que los sujetos de sexo masculino son más sinceros y abiertos que las del sexo femenino. 6) El aspecto que más influencia tiene, al menos en las respuestas obtenidas, es el cociente intelectual, y el dato más curioso en este punto es que los sujetos con un cociente intelectual más elevado, son los que normalmente evitan dar unas respuestas más comprometidas. 7) La edad cronológica de los sujetos no tiene demasiada influencia, al menos en las respuestas obtenidas. 8) El ambiente familiar junto con el cociente intelectual, parecen ser los que mayor influencia ejercen en estos sujetos. 1) Es muy difícil hablar de la educación sexual y afectiva de los sujetos que presentan deficiencias mentales, ya que se confunde frecuentemente sexualidad y afectividad, mientras que, a nuestro modo de ver estas dos realidades se sitúan en dos niveles distintos del psiquismo, la primera condiciona más o menos la segunda, y la segunda integra la primera. 2) Lo sexual es tan ancho, tan múltiple y tan profundo como lo humano. El hombre constituye un ser sexuado en todos sus aspectos, en su cuerpo y en su espíritu, en su fisiología y en sus afectos, en su toma de conciencia personal y sus relaciones sociales. Por cualquier camino que tomemos la educación del deficiente mental, topamos con el sexo. La mayoría de las veces este problema se reduce a ciertas anomalías sexuales, tal planteamiento es incorrecto, pues se confunde lo sexual con sus manifestaciones patológicas. 3) Si queremos hacer de un deficiente mental un ser afectivamente logrado, damos de inmediato con el tema del amor. Si deseamos integrarlo socialmente, surge enseguida la cuestión del trato con las personas de sexo opuesto al suyo. Si buscamos hacerle vivir la vida, aparece también de modo inevitable lo sexual como exposición lo más pujante del vivir humano.
Estudiar la afectividad y sexualidad en el deficiente mental. 58 sujetos de un centro de educación especial, 26 de sexo femenino y 32 de sexo masculino. De edades comprendidas entre los 8 y 14 años. Explica los rasgos más característicos de la afectividad y de la sexualidad en la evolución del niño, después realiza un estudio experimental para averiguar los conocimientos que tienen, sobre la afectividad y la sexualidad, los deficientes mentales. Cuestionario. La prueba consta de 13 ítems, las preguntas de tipo informativo se formulan para averiguar si el niño tiene una idea clara de las diferencias de géneros y las de tipo afectivo-sexual sirven para saber como reacciona el deficiente mental ante los diferentes estímulos afectivo-sexuales. 1) No encontramos ninguna anomalía a primera vista de tipo sexual en estos sujetos, aunque en muy pocas ocasiones se deja entrever una pequeña desviación sexual. 2) La vida afectiva nos da la impresión que es demasiado superficial. 3) Existe una atracción afectivo-sexual hacia el otro sexo, lo cual, puede desembocar en un futuro matrimonio, salvo en algunos casos, muy pocos, en los cuales existe rechazo por el sexo contrario. 4) La información que han podido obtener estos sujetos nos parece un poco defectuosa y no completa. 5) La diferencia de sexo, no creemos que influya en las diferentes respuestas obtenidas, sin embargo, da la impresión de que los sujetos de sexo masculino son más sinceros y abiertos que las del sexo femenino. 6) El aspecto que más influencia tiene, al menos en las respuestas obtenidas, es el cociente intelectual, y el dato más curioso en este punto es que los sujetos con un cociente intelectual más elevado, son los que normalmente evitan dar unas respuestas más comprometidas. 7) La edad cronológica de los sujetos no tiene demasiada influencia, al menos en las respuestas obtenidas. 8) El ambiente familiar junto con el cociente intelectual, parecen ser los que mayor influencia ejercen en estos sujetos. 1) Es muy difícil hablar de la educación sexual y afectiva de los sujetos que presentan deficiencias mentales, ya que se confunde frecuentemente sexualidad y afectividad, mientras que, a nuestro modo de ver estas dos realidades se sitúan en dos niveles distintos del psiquismo, la primera condiciona más o menos la segunda, y la segunda integra la primera. 2) Lo sexual es tan ancho, tan múltiple y tan profundo como lo humano. El hombre constituye un ser sexuado en todos sus aspectos, en su cuerpo y en su espíritu, en su fisiología y en sus afectos, en su toma de conciencia personal y sus relaciones sociales. Por cualquier camino que tomemos la educación del deficiente mental, topamos con el sexo. La mayoría de las veces este problema se reduce a ciertas anomalías sexuales, tal planteamiento es incorrecto, pues se confunde lo sexual con sus manifestaciones patológicas. 3) Si queremos hacer de un deficiente mental un ser afectivamente logrado, damos de inmediato con el tema del amor. Si deseamos integrarlo socialmente, surge enseguida la cuestión del trato con las personas de sexo opuesto al suyo. Si buscamos hacerle vivir la vida, aparece también de modo inevitable lo sexual como exposición lo más pujante del vivir humano.
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