Variables comunicativo-lingüísticas implicadas en la interacción entre adulto y niño : su efecto sobre una tarea de contar cuentos
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1990Resumen:
Observar, cuantificar y describir las pautas de interacción diferencial que, a nivel comunicativo-lingüístico, presentan los niños de la muestra mientras se desenvuelven frente a un interlocutor adulto. Niños de 2 a 5 años divididos en tres grupos: uno, de niños que viven internos en un centro, otro de medio pensionistas y por último, niños que conviven con sus familias. Filmación de la interacción madre-hijo y con una extraña mientras el adulto lee un cuento. Análisis y cuantificación de las interacciones. La tarea de contar cuentos comienza a tener valor evolutivo hasta los cinco o seis años que son las edades propiamente lectoras. Los análisis realizados no son discriminativos para describir las diferencias entre edades. Los cuentos son elegidos por padres para enseñar el vocabulario y enseñar el valor de la letra impresa. Los niños mayores emiten un número de declarativas mayor que los pequeños, asumiendo además parte de la responsabilidad del proceso interactivo. Los niños pequeños son los que hacen más preguntas, además protagonizan mayor cantidad de episodios de control con extraños, realizando más interacciones y preguntas a ambas mujeres. Los niños externos hablan más que los institucionalizados a todos los niveles, con independencia del adulto interlocutor. El comportamiento de los tres grupos no es lo suficientemente fuerte para marcar diferencias en la interacción con la madre y una extraña, sin embargo, cuando existe un vínculo afectivo, los episodios de control son mayores.
Observar, cuantificar y describir las pautas de interacción diferencial que, a nivel comunicativo-lingüístico, presentan los niños de la muestra mientras se desenvuelven frente a un interlocutor adulto. Niños de 2 a 5 años divididos en tres grupos: uno, de niños que viven internos en un centro, otro de medio pensionistas y por último, niños que conviven con sus familias. Filmación de la interacción madre-hijo y con una extraña mientras el adulto lee un cuento. Análisis y cuantificación de las interacciones. La tarea de contar cuentos comienza a tener valor evolutivo hasta los cinco o seis años que son las edades propiamente lectoras. Los análisis realizados no son discriminativos para describir las diferencias entre edades. Los cuentos son elegidos por padres para enseñar el vocabulario y enseñar el valor de la letra impresa. Los niños mayores emiten un número de declarativas mayor que los pequeños, asumiendo además parte de la responsabilidad del proceso interactivo. Los niños pequeños son los que hacen más preguntas, además protagonizan mayor cantidad de episodios de control con extraños, realizando más interacciones y preguntas a ambas mujeres. Los niños externos hablan más que los institucionalizados a todos los niveles, con independencia del adulto interlocutor. El comportamiento de los tres grupos no es lo suficientemente fuerte para marcar diferencias en la interacción con la madre y una extraña, sin embargo, cuando existe un vínculo afectivo, los episodios de control son mayores.
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