Derechos, educación y felicidad : un tripartito posibilitante
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2023Publicado en:
La escuela promotora de derechos, buen trato y participación : revisiones, estudios y experiencias. Barcelona, 2023 ; p. 365-373Resumen:
Se analiza la ``Felicidad`` como factor posibilitante del acto educativo. Para ello, se presenta la importancia del término explicando que, entre otras cosas, el cerebro humano debe relacionar los aprendizajes con emociones agradables. Después, se analiza un espacio llamado ``Las Pitucas``, un Club de niñas oprimidas de 7 a 12 años residentes en Uruguay. Este espacio les sirve a las niñas para ser posibilitantes del acto educativo, dura dos años y consiste en reunirse dos veces por semana para ``hacer cosas de chicas`` o contar las cosas que les suceden durante la semana. La experiencia se ve como estrategia que genera disfrute y que permite ser cuidadas como derecho en niñas oprimidas, evidenciando que lo que hace que un derecho sea un derecho y no un privilegio es la dignidad. Así mismo, se observa un crecimiento madurativo de estas niñas en la búsqueda de sus derechos que se extrapola a tener vivencias felices, seguridades físicas y emocionales, entre otras. No obstante, la experiencia no logra la educación de las familias para terminar con la explotación de las niñas. Se defiende la idea de los centros educativos como espacios que fortalezcan las emociones para la mejora de la calidad de vida infantil.
Se analiza la ``Felicidad`` como factor posibilitante del acto educativo. Para ello, se presenta la importancia del término explicando que, entre otras cosas, el cerebro humano debe relacionar los aprendizajes con emociones agradables. Después, se analiza un espacio llamado ``Las Pitucas``, un Club de niñas oprimidas de 7 a 12 años residentes en Uruguay. Este espacio les sirve a las niñas para ser posibilitantes del acto educativo, dura dos años y consiste en reunirse dos veces por semana para ``hacer cosas de chicas`` o contar las cosas que les suceden durante la semana. La experiencia se ve como estrategia que genera disfrute y que permite ser cuidadas como derecho en niñas oprimidas, evidenciando que lo que hace que un derecho sea un derecho y no un privilegio es la dignidad. Así mismo, se observa un crecimiento madurativo de estas niñas en la búsqueda de sus derechos que se extrapola a tener vivencias felices, seguridades físicas y emocionales, entre otras. No obstante, la experiencia no logra la educación de las familias para terminar con la explotación de las niñas. Se defiende la idea de los centros educativos como espacios que fortalezcan las emociones para la mejora de la calidad de vida infantil.
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