Gender equality : how global universities are performing

Abstract

Se analiza, a nivel mundial y nacional, la contribución de las instituciones de educación superior respecto a la igualdad de género, sobre 18 indicadores que miden el impacto en el Objetivo de Desarrollo Sostenible 5, que aborda específicamente la igualdad de género. Se examina el rendimiento en tres áreas: estudiantes, investigación y población académica, y políticas universitarias y servicios. El análisis a nivel de país se limita a 26 países o territorios donde al menos 10 instituciones presentan datos sobre el ODS 5 en 2021. Se aportan datos sobre el número de alumnas y estudiantes universitarios, la proporción de mujeres académicas de alto nivel, la proporción de mujeres que reciben títulos, la proporción de autores que son mujeres, el número de publicaciones sobre igualdad de género, la proporción de artículos sobre igualdad, y las medidas de apoyo al progreso de la mujer, las políticas y servicios de las universidad para abordar la desigualdad y la discriminación, y alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas. El análisis se centra en las disparidades entre mujeres y hombres. Suecia, Australia, Nueva Zelanda y Sudáfrica tienen la puntuaciones más altas en el ODS 5 (en orden descendente). Los países con los puntajes generales promedio más altos y al menos 10 instituciones participantes son (en orden descendente de puntaje): Australia, el Reino Unido, Canadá, España y Estados Unidos. Además, se describen estudios de caso de cinco universidades que lideran esta cuestión en las regiones de Líbano, India, México, Kenia e Irlanda. Las universidades pueden garantizar que las alumnas tengan las mismas oportunidades de acceso a la educación superior, asegurar su representación en los planes de estudio y educar a los estudiantes sobre la equidad de género. En el campo de la investigación, pueden exponer las formas de discriminación de las mujeres y garantizar que los conjuntos de datos incluyan las perspectivas de las mujeres. Como organizaciones, pueden garantizar la igualdad de contratación, promoción, pago, financiación y carga de trabajo y que las mujeres tengan mentores y modelos a seguir. Y como pilares de sus comunidades, pueden ayudar a abordar la desigualdad de género en la sociedad en general participando en proyectos de divulgación que apoyen a las mujeres con educación, empleo y empoderamiento.