Estudiar e investigar : la enseñanza de la mujer en la política educativa de la Junta para Ampliación de Estudios
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Fecha:
2006Publicado en:
Boletín de la Institución Libre de Enseñanza. 2006, n. 63-64, diciembre ; p. 127-151Resumen:
La educación ha sido, y es, para la mujer no sólo un camino de crecimiento personal, como para el hombre, sino también un arma poderosa para conseguir incorporarse a todas las tareas sociales en situación de igualdad. De ahí que se convierta en uno de los ejes del movimiento feminista desde su inicio. En el caso de España, la apertura del horizonte cultural femenino comienza en el último tercio del siglo XIX, de la mano de los krausistas, la Institución Libre de Enseñanza y un nutrido grupo de maestras, profesoras de escuela normal e intelectuales-Arenal, Pardo Bazán-, conscientes todos de la necesidad y trascendencia de la empresa. Durante las primeras décadas del siglo XX, la educación femenina recibe importantes apoyos desde el Gobierno y se beneficia de la preocupación de éste por la mejora cultural del país. El objetivo de conseguir una enseñanza racional, útil e igual a la masculina se convierte en la meta que conquistar, y en esta batalla desempañará un papel decisivo la Junta para Ampliación de Estudios. Los resultados no tardaron en llegar, aunque no hubiese tiempo de conseguir las transformaciones soñadas.
La educación ha sido, y es, para la mujer no sólo un camino de crecimiento personal, como para el hombre, sino también un arma poderosa para conseguir incorporarse a todas las tareas sociales en situación de igualdad. De ahí que se convierta en uno de los ejes del movimiento feminista desde su inicio. En el caso de España, la apertura del horizonte cultural femenino comienza en el último tercio del siglo XIX, de la mano de los krausistas, la Institución Libre de Enseñanza y un nutrido grupo de maestras, profesoras de escuela normal e intelectuales-Arenal, Pardo Bazán-, conscientes todos de la necesidad y trascendencia de la empresa. Durante las primeras décadas del siglo XX, la educación femenina recibe importantes apoyos desde el Gobierno y se beneficia de la preocupación de éste por la mejora cultural del país. El objetivo de conseguir una enseñanza racional, útil e igual a la masculina se convierte en la meta que conquistar, y en esta batalla desempañará un papel decisivo la Junta para Ampliación de Estudios. Los resultados no tardaron en llegar, aunque no hubiese tiempo de conseguir las transformaciones soñadas.
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