Relaciones intergeneracionales : beneficios, satisfacción y limitaciones derivadas de la práctica de actividades presenciales y virtuales

Abstract

Los objetivos de la investigación son los siguientes: identificar los elementos relevantes que aseguran la eficacia de las intervenciones intergeneracionales tanto presenciales como virtuales, evaluar los beneficios, la satisfacción y las limitaciones de las interacciones intergeneracionales derivadas de la realización de actividades presenciales y analizar los beneficios, la satisfacción y las limitaciones de las interacciones intergeneracionales derivadas del uso de herramientas virtuales. Se refleja en los resultados los análisis descriptivos y multivariados realizados en los que se mostró que los programas con mayor número de controles IBE tienen mayor eficacia, independientemente del modo de intervención empleado, y que esta eficacia también está modulada por otras variables como la discapacidad de los participantes, su nivel de alfabetización o su pertenencia a una institución. Se reveló en el análisis de las variables sociodemográficas que personas de 40 años o más, con autonomía personal, solteras o casadas, convivientes con su pareja y/u otro familiar y no jubilados realizaban actividades presenciales con personas de otra generación con una frecuencia significativamente mayor que el resto de grupos para cada variable. La mayoría de los encuestados que participaron en actividades intergeneracionales presenciales indicaron beneficios en su salud física y mental, estado de ánimo, relaciones, autodeterminación, participación social y educación académica y se mostraron bastante o muy satisfechos con la persona con la que realizaban este tipo de actividades, especialmente si esta persona era un amigo o un familiar cercano. Excepto los abuelos, las personas que colaboraron en las actividades y que no tenían limitaciones o discapacidades fueron las que indicaron los participantes con mayor frecuencia. La mayoría de los participantes que cooperaron en actividades intergeneracionales virtuales refirieron beneficios en su participación social, relaciones, estado de ánimo, salud mental y educación académica. Además, la mayoría estaban bastante o muy satisfechos con la persona con la que utilizaron las herramientas virtuales, especialmente si esta persona era un amigo, su pareja, un hermano, otro familiar o un colega. Excepto los abuelos, las personas que participaron en las actividades y que no tenían limitaciones o discapacidades fueron las indicadas por los participantes más frecuentemente. A modo de conclusión, el uso de herramientas digitales ofrece una gran oportunidad para el desarrollo de programas intergeneracionales con beneficios tanto para los niños y jóvenes como para los adultos mayores. Sin embargo, se ha identificado la necesidad de incrementar el número de intervenciones de tipo virtual que puedan mejorar la eficacia de las actividades realizadas y, al mismo tiempo, asegurar que se cumplan los indicadores de base empírica. Las interacciones intergeneracionales, tanto de tipo presencial como aquellas basadas en el uso de herramientas virtuales, pueden contribuir a mejorar la salud tanto física como mental, las habilidades y las relaciones sociales de todas las personas involucradas.