Orquestas infantiles y juveniles en Chile, un proyecto musical de impacto nacional
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Fecha:
2010Publicado en:
Eufonía : didáctica de la música. 2010, n. 49, abril-junio ; p. 59-69Resumen:
Se analiza la presencia de la música en gran parte de las actividades cotidianas. Sin embargo no siempre lo está en el currículo en Chile y en gran parte de Latinoamérica, lo que deja desprovisto a muchos niños y jovencitos de vivir experiencias musicales que vayan más allá del simple entretenimiento. Más aún si se desea mejorar el desarrollo de una cultura musical, observamos que se entrega a través de una educación musical informal, en actividades tales como coros, clases particulares de instrumento y otras. Con el propósito de poner al alcance de todos los niños y jovencitos la música más elaborada, especialmente para los de clases sociales más vulnerables, en 1970, Jorge Peña Hen organizó las primeras orquestas musicales de Chile y Latinoamérica. Lamentablemente su acción quedó inconclusa, y el proyecto fue retomado años más tarde por el director de orquestas Fernando Rosas Pfingsthorn (1992). Con el apoyo del Gobierno, se transforma en el proyecto musical más potente existente. El proyecto ha sido consolidado con la Fundación de Orquestas Juveniles e Infantiles de Chile (FOJI), que cuenta con 290 orquestas distribuidas en las quince regiones de Chile y aproximadamente nueve mil niños intérpretes. Su misión es elevar el desarrollo social, cultural y educacional del país y brindar oportunidades para que niños y jóvenes de todo Chile mejoren su calidad de vida integrando orquestas.
Se analiza la presencia de la música en gran parte de las actividades cotidianas. Sin embargo no siempre lo está en el currículo en Chile y en gran parte de Latinoamérica, lo que deja desprovisto a muchos niños y jovencitos de vivir experiencias musicales que vayan más allá del simple entretenimiento. Más aún si se desea mejorar el desarrollo de una cultura musical, observamos que se entrega a través de una educación musical informal, en actividades tales como coros, clases particulares de instrumento y otras. Con el propósito de poner al alcance de todos los niños y jovencitos la música más elaborada, especialmente para los de clases sociales más vulnerables, en 1970, Jorge Peña Hen organizó las primeras orquestas musicales de Chile y Latinoamérica. Lamentablemente su acción quedó inconclusa, y el proyecto fue retomado años más tarde por el director de orquestas Fernando Rosas Pfingsthorn (1992). Con el apoyo del Gobierno, se transforma en el proyecto musical más potente existente. El proyecto ha sido consolidado con la Fundación de Orquestas Juveniles e Infantiles de Chile (FOJI), que cuenta con 290 orquestas distribuidas en las quince regiones de Chile y aproximadamente nueve mil niños intérpretes. Su misión es elevar el desarrollo social, cultural y educacional del país y brindar oportunidades para que niños y jóvenes de todo Chile mejoren su calidad de vida integrando orquestas.
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