Un enfoque pedagógico para el diseño de programas de formación en contextos organizativos
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2004Published in:
Teoría de la educación : revista interuniversitaria. 2004, v. 16, marzo-octubre ; p. 109-144Abstract:
El diseño de un programa de formación es una labor de gestión del conocimiento dentro de las organizaciones que contempla tres metas fundamentales: generar el desarrollo y optimización organizativos, favorecer un adecuado clima de trabajo y potenciar las competencias personales, profesionales y laborales de las personas que conforman el equipo humano de la organización. Esta misión debe partir del Departamento de Recursos Humanos, Personal o Formación y ha de convertirse en una tarea organizativa habitual. En cuanto a la estructura de un programa de formación, resulta fundamental no olvidar la secuencia siguiente: concretar su denominación, ventajas e inconvenientes; detectar y priorizar las necesidades más relevantes; concebir la formación como objetivo estratégico; plantear las metas a alcanzar; programar operativamente los contenidos, las modalidades y el método; seleccionar a los formadores, controlar la organización (condiciones, lugares y tiempos), la duración, el presupuesto y los recursos; establecer las líneas de ejecución, manteniendo un seguimiento constante del proceso; y evaluar el programa de manera continua. Un planteamiento de este tipo abre una puerta a la formación como instrumento de cambio y mejora y orienta la estrategia organizativa hacia el enfoque de la «organización autocualificante», aquella que busca en el conocimiento y en el aprendizaje las herramientas para el progreso y la competitividad.
El diseño de un programa de formación es una labor de gestión del conocimiento dentro de las organizaciones que contempla tres metas fundamentales: generar el desarrollo y optimización organizativos, favorecer un adecuado clima de trabajo y potenciar las competencias personales, profesionales y laborales de las personas que conforman el equipo humano de la organización. Esta misión debe partir del Departamento de Recursos Humanos, Personal o Formación y ha de convertirse en una tarea organizativa habitual. En cuanto a la estructura de un programa de formación, resulta fundamental no olvidar la secuencia siguiente: concretar su denominación, ventajas e inconvenientes; detectar y priorizar las necesidades más relevantes; concebir la formación como objetivo estratégico; plantear las metas a alcanzar; programar operativamente los contenidos, las modalidades y el método; seleccionar a los formadores, controlar la organización (condiciones, lugares y tiempos), la duración, el presupuesto y los recursos; establecer las líneas de ejecución, manteniendo un seguimiento constante del proceso; y evaluar el programa de manera continua. Un planteamiento de este tipo abre una puerta a la formación como instrumento de cambio y mejora y orienta la estrategia organizativa hacia el enfoque de la «organización autocualificante», aquella que busca en el conocimiento y en el aprendizaje las herramientas para el progreso y la competitividad.
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