L'absentisme escolar en zones socialment desafavorides : el cas de la ciutat de Barcelona
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http://hdl.handle.net/10803/5106Ver/ Abrir
Nivel Educativo:
Tipo Documental:
Tesis doctoralEstadísticas:
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Fecha:
2001Resumen:
Conocer los procesos institucionales que contribuyen a la invisibilidad del absentismo, en base al examen de las prácticas de detección y control y los procesos que los centros escolares desarrollan delante del fenómeno. 28 centros, 19 centros públicos de primaria y 9 institutos de secundaria, situados en zonas de Barcelona que concentran mayores indicadores de desigualdad social y escolar, que se configuran como los barrios más deficitarios de la ciudad. Se analizan las prácticas de intervención de los centros de primaria y secundaria en relación a las representaciones y atribución de causas del absentismo y se interpretan las similitudes y diferencias entre centros en base a una aproximación heurística a las culturas de trabajo del profesorado. Para ello se examinan los modos de trabajo del profesorado como elemento de reproducción o transformación de las formas de intervención dominantes. Aunque hay elementos de cultura pedagógica diferenciales entre los niveles de enseñanza, resulta excesivo establecer una polaridad que asocie un modelo burocrático a secundaria y un modelo comunitario a la enseñanza primaria, dada la heterogeneidad entre los centros de una misma etapa educativa, la incidencia de las dinámicas oficiales, los cambios de mandato en la escuela, etc. Los resultados concretos del estudio muestran el predominio de centros clasificados dentro del modelo de conexión, es decir, centros con unas culturas de trabajo poco definidas donde parece ser que una determinada visión e interpretación del absentismo puede tener incidencia en las formas de abordar la problemática. Probablemente el contexto de cambio que introduce la implementación de la reforma educativa en los institutos de secundaria ha generado incertidumbre entre el profesorado, que se acentuan, particularmente, en el contexto social en el que desarrollan su tarea educativa. Entre otras conclusiones, en secundaria se tiende a una concepción estrecha del absentismo, circunscrito a ausencias muy visibles, a unos controles puntuales poco exhaustivos y a unas estrategias de adscripción de alumnado en competencia con otros centros, que contribuyen al repliegue del centro hacia sí mismo, y a esconder ciertas situaciones consideradas 'problemáticas'. Además no existen criterios institucionalizados que permitan disponer de una definición común sobre el absentismo, ni un umbral a partir del cual considerar el absentismo como una amenaza para el aprendizaje o necesario para la intervención. Se constata que los centros que definen de forma precisa el absentismo y establecen criterios rigurosos para su control son también los centros escolares con las tasas de absentismo más elevadas. Parece que hay unas tasas más elevadas de absentismo en institutos caracterizados por una relación entre éste y la elevada rotación de las plantillas, aunque no se trata de una relación perfecta. En cualquier caso, la estabilidad del equipo docente puede ser considerada condición necesaria para el establecimiento de criterios de intervención conjuntos contra el absentismo, aunque no es condición suficiente. Por lo que respecta a las causas, en primaria predominan las referencias a factores de carácter estructural, mientras que en secundaria predominan las referencias a un absentismo conjuntural: a la inadaptación, al rechazo y al conflicto escolar, con un perfil predominantemente masculino. También hay otras formas de desafección como la indiferencia o el retraimiento, que en conjunto ponen de manifiesto la particular problemática que representa la prolongación de la enseñanza obligatoria secundaria para este alumnado y también para los docentes. Se observa una interacción entre el absentismo, desmotivación y bajo rendimiento escolar. Una mayor tendencia a dar respuestas homogéneas y a la inhibición delante del absentismo se da en institutos proclives a la clasificación fuerte y jerarquización del alumnado según el rendimiento académico, aunque bajo fórmulas aparentemente comprensivas de organización escolar también se producen reacciones de inhibición o respuestas uniformadoras. Domina un discurso sustentado en la teoría del handicap cultural, tanto en primaria como en secundaria, en base a que el absentismo se interpreta como el resultado de una serie de carencias familiares o de ausencia de motivación por la escuela, de falta de valoración de la educación y de la interiorización de unos patrones culturales y valores particularistas. A menudo, las referencias a factores étnicos, raciales o culturales son el argumento para justificar una no intervención. Casi en todos los centros de primaria se reflexiona sobre el papel que la escuela puede jugar para favorecer una escolarización regular, mientras que en secundaria esta reflexión es minoritaria. En primaria dominan las interpretaciones del absentismo como un fenómeno resultante de factores socioeconómicos y culturales. No obstante persiste entre los entrevistados la creencia en la capacidad de modificar estas situaciones desde la propia escuela. En cambio, en secundaria predomina una interpretación del absentismo en clave de problemática escolar, a pesar de que, al mismo tiempo, se señala el papel limitado de la escuela para combatirlo.
Conocer los procesos institucionales que contribuyen a la invisibilidad del absentismo, en base al examen de las prácticas de detección y control y los procesos que los centros escolares desarrollan delante del fenómeno. 28 centros, 19 centros públicos de primaria y 9 institutos de secundaria, situados en zonas de Barcelona que concentran mayores indicadores de desigualdad social y escolar, que se configuran como los barrios más deficitarios de la ciudad. Se analizan las prácticas de intervención de los centros de primaria y secundaria en relación a las representaciones y atribución de causas del absentismo y se interpretan las similitudes y diferencias entre centros en base a una aproximación heurística a las culturas de trabajo del profesorado. Para ello se examinan los modos de trabajo del profesorado como elemento de reproducción o transformación de las formas de intervención dominantes. Aunque hay elementos de cultura pedagógica diferenciales entre los niveles de enseñanza, resulta excesivo establecer una polaridad que asocie un modelo burocrático a secundaria y un modelo comunitario a la enseñanza primaria, dada la heterogeneidad entre los centros de una misma etapa educativa, la incidencia de las dinámicas oficiales, los cambios de mandato en la escuela, etc. Los resultados concretos del estudio muestran el predominio de centros clasificados dentro del modelo de conexión, es decir, centros con unas culturas de trabajo poco definidas donde parece ser que una determinada visión e interpretación del absentismo puede tener incidencia en las formas de abordar la problemática. Probablemente el contexto de cambio que introduce la implementación de la reforma educativa en los institutos de secundaria ha generado incertidumbre entre el profesorado, que se acentuan, particularmente, en el contexto social en el que desarrollan su tarea educativa. Entre otras conclusiones, en secundaria se tiende a una concepción estrecha del absentismo, circunscrito a ausencias muy visibles, a unos controles puntuales poco exhaustivos y a unas estrategias de adscripción de alumnado en competencia con otros centros, que contribuyen al repliegue del centro hacia sí mismo, y a esconder ciertas situaciones consideradas 'problemáticas'. Además no existen criterios institucionalizados que permitan disponer de una definición común sobre el absentismo, ni un umbral a partir del cual considerar el absentismo como una amenaza para el aprendizaje o necesario para la intervención. Se constata que los centros que definen de forma precisa el absentismo y establecen criterios rigurosos para su control son también los centros escolares con las tasas de absentismo más elevadas. Parece que hay unas tasas más elevadas de absentismo en institutos caracterizados por una relación entre éste y la elevada rotación de las plantillas, aunque no se trata de una relación perfecta. En cualquier caso, la estabilidad del equipo docente puede ser considerada condición necesaria para el establecimiento de criterios de intervención conjuntos contra el absentismo, aunque no es condición suficiente. Por lo que respecta a las causas, en primaria predominan las referencias a factores de carácter estructural, mientras que en secundaria predominan las referencias a un absentismo conjuntural: a la inadaptación, al rechazo y al conflicto escolar, con un perfil predominantemente masculino. También hay otras formas de desafección como la indiferencia o el retraimiento, que en conjunto ponen de manifiesto la particular problemática que representa la prolongación de la enseñanza obligatoria secundaria para este alumnado y también para los docentes. Se observa una interacción entre el absentismo, desmotivación y bajo rendimiento escolar. Una mayor tendencia a dar respuestas homogéneas y a la inhibición delante del absentismo se da en institutos proclives a la clasificación fuerte y jerarquización del alumnado según el rendimiento académico, aunque bajo fórmulas aparentemente comprensivas de organización escolar también se producen reacciones de inhibición o respuestas uniformadoras. Domina un discurso sustentado en la teoría del handicap cultural, tanto en primaria como en secundaria, en base a que el absentismo se interpreta como el resultado de una serie de carencias familiares o de ausencia de motivación por la escuela, de falta de valoración de la educación y de la interiorización de unos patrones culturales y valores particularistas. A menudo, las referencias a factores étnicos, raciales o culturales son el argumento para justificar una no intervención. Casi en todos los centros de primaria se reflexiona sobre el papel que la escuela puede jugar para favorecer una escolarización regular, mientras que en secundaria esta reflexión es minoritaria. En primaria dominan las interpretaciones del absentismo como un fenómeno resultante de factores socioeconómicos y culturales. No obstante persiste entre los entrevistados la creencia en la capacidad de modificar estas situaciones desde la propia escuela. En cambio, en secundaria predomina una interpretación del absentismo en clave de problemática escolar, a pesar de que, al mismo tiempo, se señala el papel limitado de la escuela para combatirlo.
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