Siempre que se publica una nueva Ley de Educación, aparte de los cambios que implican en los centros educativos a nivel institucional también supone un nuevo esfuerzo por parte del profesorado para adaptarse a ella y reorganizar su labor como docente. Con este artículo, se pretende es demostrar que no hay que olvidarse de todo lo que se ha venido haciendo en el pasado; no hay que tirar a la basura todo el trabajo elaborado con anterioridad. Simplemente hay que ¿traducirlo¿ al nuevo ¿lenguaje¿; en este caso, al lenguaje LOE. Partiendo del trabajo que se hacía antes de la nueva Ley, se explican qué pasos hay que realizar, para transformar ese material y adaptarlo a las nuevas exigencias.
Siempre que se publica una nueva Ley de Educación, aparte de los cambios que implican en los centros educativos a nivel institucional también supone un nuevo esfuerzo por parte del profesorado para adaptarse a ella y reorganizar su labor como docente. Con este artículo, se pretende es demostrar que no hay que olvidarse de todo lo que se ha venido haciendo en el pasado; no hay que tirar a la basura todo el trabajo elaborado con anterioridad. Simplemente hay que ¿traducirlo¿ al nuevo ¿lenguaje¿; en este caso, al lenguaje LOE. Partiendo del trabajo que se hacía antes de la nueva Ley, se explican qué pasos hay que realizar, para transformar ese material y adaptarlo a las nuevas exigencias.
Leer menos