Se defiende la necesidad, para una buena educación cívica, de no educar sólo
en mínimos morales. Se subraya la importancia de la fe, de las cosmovisiones y de las comunidades formadas en torno a ellas. Si la educación cívica debe ser integral y en el respeto a la tolerancia, hay que asumir y conocer las identidades así como las diferencias; si estas quedan marginadas en el ámbito privado en una educación de meros mínimos, dañan la misma educación en la ética cívica. Se concluye que las religiones han sido, son y serán, importantes éticas de máximos con las que hay que contar en las tareas educativas y más si es un deber, como planteó Kant.
Se defiende la necesidad, para una buena educación cívica, de no educar sólo
en mínimos morales. Se subraya la importancia de la fe, de las cosmovisiones y de las comunidades formadas en torno a ellas. Si la educación cívica debe ser integral y en el respeto a la tolerancia, hay que asumir y conocer las identidades así como las diferencias; si estas quedan marginadas en el ámbito privado en una educación de meros mínimos, dañan la misma educación en la ética cívica. Se concluye que las religiones han sido, son y serán, importantes éticas de máximos con las que hay que contar en las tareas educativas y más si es un deber, como planteó Kant.
Leer menos