¿Cómo puede enseñarse la geografía en los cursos primero y segundo de nuestro bachillerato?
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Fecha:
1960Publicado en:
Revista de educación. 1960, n. 116 ; p. 63-66Resumen:
La organización de la enseñanza de la Geografía en los dos primeros cursos de bachillerato, desde el primer momento debe adaptarse al grado de desarrollo mental de los alumnos, para ser eficaz. Esto se debe a que la orientación de la enseñanza geográfica, como la de cualquier otra disciplina, debe variar de acuerdo con las etapas de la educación. Para ello hay que conocer cuál es la estructura del pensamiento de un chico a los once y doce años. El pensamiento de un chico de esta edad 'es razonable, pero aún no es racional'. Está a mitad de camino entre el pensamiento egocéntrico, propio de esa etapa del desarrollo mental que concluye entre los ocho y nueve años, y el pensamiento conceptual que posee ya el adolescente de quince o dieciséis años. Para presentarles a los alumnos de forma viva, sencilla y realista loa aspectos de la naturaleza el profesor, en primer lugar, debe tener un objetivo muy concreto, en torno al cual ordenar las actividades que tengan que desarrollarse. Por otro lado las fotografías son un elemento que atrae de inmediato la atención de los alumnos. De esta manera, en pocos minutos, y sin excesiva dificultad, se logra centrar la atención de los alumnos en la materia de la geografía.
La organización de la enseñanza de la Geografía en los dos primeros cursos de bachillerato, desde el primer momento debe adaptarse al grado de desarrollo mental de los alumnos, para ser eficaz. Esto se debe a que la orientación de la enseñanza geográfica, como la de cualquier otra disciplina, debe variar de acuerdo con las etapas de la educación. Para ello hay que conocer cuál es la estructura del pensamiento de un chico a los once y doce años. El pensamiento de un chico de esta edad 'es razonable, pero aún no es racional'. Está a mitad de camino entre el pensamiento egocéntrico, propio de esa etapa del desarrollo mental que concluye entre los ocho y nueve años, y el pensamiento conceptual que posee ya el adolescente de quince o dieciséis años. Para presentarles a los alumnos de forma viva, sencilla y realista loa aspectos de la naturaleza el profesor, en primer lugar, debe tener un objetivo muy concreto, en torno al cual ordenar las actividades que tengan que desarrollarse. Por otro lado las fotografías son un elemento que atrae de inmediato la atención de los alumnos. De esta manera, en pocos minutos, y sin excesiva dificultad, se logra centrar la atención de los alumnos en la materia de la geografía.
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