Tarea educativa y saber prudencial
Nivel Educativo:
Tipo Documental:
Tesis doctoralEstadísticas:
Ver Estadísticas de usoMetadatos:
Mostrar el registro completo del ítemAutor:
Fecha:
1987Resumen:
Poner de manifiesto las amplias perspectivas que se abren en la tarea educativa cuando se descubre la aportación del saber prudencial. Se divide en dos partes. En la primera se trata de mostrar cuál es el ámbito de la prudencia, de esclarecer sus dimensiones esenciales, y sugerir su relevancia para la tarea educativa. En la segunda parte se indagan tres cuestiones: primero, el análisis de la tarea educativa, que pone de manifiesto su condición práctica; después, el estudio del planteamiento tecnicista de la actividad educativa, su crítica y exposición de las consecuencias pedagógicas derivadas del mismo (la pérdida del valor formativo del saber y del valor moral de la acción); y por último, la profundización en el valor educativo del saber prudencial, que en el educador se especifica como prudencia pedagógica, y que se caracteriza por ser el conocimiento práctico directivo de la acción educativa, que anima a una reflexión y deliberación, y a una madura y resposable toma de decisiones educativas. La sabiduría prudencial es el fundamento de la madurez y emancipación humana, a la cual se le puede calificar como moral. Por otra parte, el saber prudencial, con prudencia pedagógica del educador, es el conocimiento práctico directivo de sus acciones. La prudencia indica al educador lo que debe y no debe hacer en cada situación concreta, y le proporciona los medios adecuados para la consecución de los fines debidos, que es la formación del alumno.
Poner de manifiesto las amplias perspectivas que se abren en la tarea educativa cuando se descubre la aportación del saber prudencial. Se divide en dos partes. En la primera se trata de mostrar cuál es el ámbito de la prudencia, de esclarecer sus dimensiones esenciales, y sugerir su relevancia para la tarea educativa. En la segunda parte se indagan tres cuestiones: primero, el análisis de la tarea educativa, que pone de manifiesto su condición práctica; después, el estudio del planteamiento tecnicista de la actividad educativa, su crítica y exposición de las consecuencias pedagógicas derivadas del mismo (la pérdida del valor formativo del saber y del valor moral de la acción); y por último, la profundización en el valor educativo del saber prudencial, que en el educador se especifica como prudencia pedagógica, y que se caracteriza por ser el conocimiento práctico directivo de la acción educativa, que anima a una reflexión y deliberación, y a una madura y resposable toma de decisiones educativas. La sabiduría prudencial es el fundamento de la madurez y emancipación humana, a la cual se le puede calificar como moral. Por otra parte, el saber prudencial, con prudencia pedagógica del educador, es el conocimiento práctico directivo de sus acciones. La prudencia indica al educador lo que debe y no debe hacer en cada situación concreta, y le proporciona los medios adecuados para la consecución de los fines debidos, que es la formación del alumno.
Leer menos