@misc{11162/90573, year = {1967}, url = {http://hdl.handle.net/11162/90573}, abstract = {Estudiar los textos vocacionales en Ortega y Gasset. Una vocación es una llamada. La vocación total se hace día a día, vocación a vocación. No puede haber una llamada que asegure la tranquilidad durante todos los días de una vida. La vocación tiene que ser constante. Las necesidades individuales y sociales son las que prestan su voz para un requerimiento de personas, pero las necesidades llaman siempre impersonalmente y un reclamo que no va dirigido directamente a una persona concreta puede rechazarse, no dándose por aludido. La vocación es personal, tiene que hacer de lo más íntimo de la naturaleza, pero al mismo tiempo es circustancial. El hombre nacido en una epoca dada, en uno u otro lugar, con unas u otras cualidades o aptitudes está condicionado a una serie de trayectorias de existencia. No nacemos por generación espontánea en un mundo desierto. Se nace dentro de un amor o desamor. Esta será la energia para los primeros pasos, después la vida junto con el datum y la fuerza de la voluntad serán quienes marquen la existencia concreta. Toda vida tiene que ser sincera, fiel en una u otra situación de sí misma. Con el imperativo constante de ser cada vez mejor, porque la vida tiene capacidad para un perfeccionamiento progresivo casi sin limites, requerido no solo por el fondo vital, sino también y principalmente por la convivencia social. La vocación nos tiene y nosotros la tenemos. Nace en nuestra intimidad, pero somos servidores suyos. Ella trasciende nuestras particularidades. Nos mantiene. El hombre es más débil que la vocación y necesita de ella como defensa.}, keywords = {voluntad}, keywords = {sexo masculino}, keywords = {yo}, keywords = {vida activa}, title = {La vocación en Ortega y Gasset}, author = {López Rodríguez, Miguel}, }