@article{11162/73451, year = {1968}, url = {http://hdl.handle.net/11162/73451}, abstract = {No es cierto como han escrito y afirmado algunos historiadores que en España no se desarrolló el humanismo. Lo que ocurrió es que adquirió características muy personales que le hacen totalmente diferente del europeo. Nuestros humanistas entendieron que el humanismo, al exaltar al hombre como valor supremo, lo hizo a costa de otro valor, el cristianismo; y, como para la concepción cristiana es Dios el valor supremo, fue éste el que ellos defendieron como inserto en el hombre, elevándole y potenciándole. Así, veremos a erasmistas y antieramistas. Luego lo que nos diferenció fue la concepción no atea del humanismo y que dado este carácter no se haya incluido dentro del humanismo a muchas figuras por ser consideradas contrarias al humanismo. Por esta razón se llegó a decir que salvo unos pocas figuras (Nebrija, Luis Vives, Francisco Vergara, el Brocense y Ambrosio de Morales y Pedro Chacón) nuestro Renacimiento significó la continuidad histórica no sólo de la Edad Media, sino también de la Antigua, porque este movimiento cultural en España no consistió en una revolución constructiva de un nuevo hombre precristiano, sino en una evolución lenta y sosegada que llega hasta un límite determinado, pero que conserva, al mismo tiempo, las esencias metafísicas del espiritualismo antiguo y medieval.}, booktitle = {Enseñanza media. 1968, n. 191 ; p. 982-988}, keywords = {humanismo}, keywords = {filosofía}, keywords = {historia de la filosofía}, keywords = {historia}, keywords = {España}, title = {El Humanismo renacentista en España}, author = {García y García de Castro, Luis}, }