@article{11162/71399, year = {1975}, url = {http://hdl.handle.net/11162/71399}, abstract = {La educación primaria y la secundaria corresponden a un mismo proceso, constituyen dos grados, difíciles de distinguir, enlazados continua y solidariamente. Existe pues la existencia de una continuidad entre ambas enseñanzas. Pero la secundaria necesita reformas y para ello, es necesario cambiar su actual régimen, meramente instructivo, por otro que abrace todas las esferas de la educación. Además de alargar su duración, pues dura pocos años comparada con la de todos los demá países , y en la prematura edad con que nuestros jóvenes obtienen su bachillerato y repercute en las universidades, ya que los alumnos llegan a ellas, por lo general, a los dieciséis, sin contenido de cultura, ni formación es espíritu, mientras que en los demás países no suelen obtener el bachillerato hasta los dieciocho años. Urge resolver esto y convendría resolverlo siguiendo lo que claramente constituye la orientación general de los demás pueblos. A saber, constituyendo un primer periodo común, el más largo, para todos los alumnos, formado por aquellos asuntos que en la actualidad son considerados como el bagaje necesario a un hombre culto; y otro segundo periodo, más corto que el anterior, donde sin abandonar por completo los demás asuntos generales, se inicia un predominio especial de aquellos que libremente el alumno quiere cultivar en armonía con su interés, vocación y aptitudes. Debe fomentarse este sistema optativo, ofreciendo para ello gran número de asuntos y gran libertad, y cada vez mayor esta según la edad y grado de formación de los alumnos, en cuanto a las combinaciones de estudios que pueden elegirse. Pero fiel a su carácter burgués, la segunda enseñanza ha conducido hasta ahora, a direcciones literarias, científicas y técnicas, pero no a direcciones manuales. Para conducir a la práctica toda esta reforma, la primera y más ineludible exigencia es la preparación del profesorado que ha de llevarse a cabo. Por último, decir que el preparatorio de las facultades guarda en España estrecha relación con la segunda enseñanza, y tal vez debiera comenzarse por aquél la reforma de ésta, ya que los alumnos llegan a la universidad sin la preparación suficiente para el trabajo que allí debería hacerse. Estas consideraciones, si no encierran los ideales extremos que algunos miembros de la Institución Libre de Enseñanza llegarían tal vez a formular acerca de la segunda enseñanza, representan al menos aquellas medidas inmediatas que, a juicio de dicha corporación, tiene el país ya hoy derecho a exigir de sus gobernantes en esta esfera.}, booktitle = {Revista de educación. 1975, n. 238 ; p. 110-119}, keywords = {enseñanza secundaria}, keywords = {reforma educativa}, keywords = {historia de la educación}, title = {La segunda enseñanza y su reforma}, author = {}, }