@article{11162/71373, year = {1974}, url = {http://hdl.handle.net/11162/71373}, abstract = {La información científica y técnica, su existencia, su crecimiento constante y su necesidad son , en la actualidad, fenómenos existentes y universalmente reconocidos. Pero, el problema se plantea a la hora de definir algo cuando está en vías de estudio y las opiniones son variadas. Así, conociendo la información como un fenómeno, un recurso y como un servicio hemos podido conocer la esencia de la información sin tener que definirla. Desde la década de 1951, se ha producido un crecimiento de la ciencia y la acumulación creciente del volumen de información. Esta información acumulada presenta problemas de tratamiento y recuperación. Al ser un recurso, un sistema definido y creciente de fuentes, de las cuales debe nutrirse toda investigación para estar al día en la escalera científica. Pero el problema de los recursos está en su accesibilidad y para este problema técnico está la documentación: técnica encargada de organizar y analizar la información conseguida en los documentos para hacerla accesible a los investigadores. El documento sería la unidad básica de información. Su historia es larga y ha ido adoptando diferente formas que actualmente coexisten. El documento tradicional, histórico y administrativo ha sido objeto del trabajo de los archivos, pero existen otros tipos como los libros, las revistas, los periódicos, etcétera, cuyo tratamiento es misión de las bibliotecas, hemerotecas y centros de documentación. Si hablamos de los documentos en cuanto a la información que contienen, los podemos dividir en primarios y secundarios. Finalmente, tendríamos que volver a hablar de la documentación y analizarla como un arte al servicio de todas las personas que necesitan, recoger, utilizar aquellos documentos científicos necesarios para su trabajo o investigación. Un centro de documentación es donde se almacenan y escriben los documentos científicos. Por ello, existe un subsistema dedicado a organizar las colecciones documentales donde se encuentra la información. Otro subsistema es el encargado de extraer las referencias. En tercer lugar, un subsistema que pretende recuperar y diseminar selectivamente aquella información precisamente referenciada. Por último, existe un servicio que se ocupa solo de los usuarios, su psicología, educación y entrenamiento. Para terminar es importante hablar de la información como servicio operativo. Es patente la importancia de la información, tanto en el trabajo como en la transmisión de ideas. Es necesario formar a usuarios a todos los niveles y el servicio de información científica y técnica sería la última etapa de la tarea del documentalista. Una vez seleccionados, catalogados, indizados o clasificados y almacenados los documentos, con el fondo documental en forma de ficheros tradicionales de bibliotecas, índices, publicaciones de resúmenes, o ficheros magnéticos, llega el momento en que los usuarios formulan sus preguntas y el Centro de Documentación les informa. Es en el siglo XX cuando se imponen estos centros de documentación especializados en áreas concretas de la ciencia. El primer centro en España se creó en 1952 y fue el de Información Documentación del Patronato Juan de la Cierva. Últimamente han aumentado su número.}, booktitle = {Revista de educación. 1974, n. 235 ; p. 36-53}, keywords = {fuentes de información}, keywords = {documentación}, keywords = {documento}, keywords = {centro de información}, keywords = {investigación}, keywords = {necesidad de información}, keywords = {servicio de información}, keywords = {sistema de información}, keywords = {usuario}, keywords = {España}, title = {La información científica y técnica : (panorámica de la situación en España)}, author = {González Díaz de Garayo, Concha and Jerez Amador de los Ríos, Ricardo and Vázquez de Parga, Margarita}, }