@misc{11162/42103, year = {1981}, url = {http://hdl.handle.net/11162/42103}, abstract = {Conocer las características de la interacción profesor-alumnos, específicamente el comportamiento interrogativo de los estudiantes; y experimentar un método de perfeccionamiento de educadores en servicio destinado a incrementar las consultas discentes. 2.300 alumnos de quinto de EGB de 27 colegios estatales y privados de Móstoles distribuidos en 66 clases con una media de 34 alumnos por clase. Y 66 profesores de 37 años de edad media, con 13 años de experiencia media y mayoritariamente diplomados. Investigación de carácter teórico-experimental que en su primera parte estudia los procesos de interacción y de la acción de preguntar entre discípulos y maestros, sus condicionamientos sociales, psicológicos y pedagógicos. La segunda etapa es un estudio de campo, primero con un periodo exploratorio para conocer y explicar la interacción y las preguntas en quinto de EGB; y por último la intervención propiamente dicha para comprobar si existe relación entre las frecuencias de las preguntas con las características de los alumnos o de los profesores. Se utilizan dos sistemas, el registro de observaciones y las pruebas impresas o cuestionarios. Para comprobar las características de la personalidad de los alumnos se acude a los Test Elemental de Inteligencia de Yela y Test de Cultura Verbal de Cordero. Para medir aspectos de la personalidad del profesor se utilizan el Cuestionario de Personalidad de José Luis Pinillos y la Escala de Autoritarismo de Adorno, Frenkel-Brunswik, Levison, Sanford, Campbell y Stanley. También se mide la interacción verbal en el aula mediante el Sistema de Categorías de Ned A. Flanders, el Sistema de Categorías de Bale y el Sistema ampliado de Amidon y Rosenshine; y se elabora un cuestionario de opiniones para los alumnos. El tratamiento se aplica a la mitad de cada clase, manteniendo la otra mitad como grupo de control. Tras aplicar el tratamiento se observa que aumentó el número de preguntas y el número de alumnos que preguntan; crece una tercera parte la intervención de los niños; y la actuación del profesor se reduce en más de la décima parte. El fomento a la acción interrogativa por parte del profesor, ayuda a dilatarla, pero se comprueba que por cada cuatro actos del profesor que restringen la libertad del alumno, solo uno promueve su autonomía y participación. Las áreas donde se pregunta son Experiencia Social y Naturales, Matemáticas y Lengua. Las causas de este porcentaje reducido de preguntas son la escasa oportunidad que ofrecen los profesores; el desinterés por las materias; y la inhibición. El sexo del profesor no influye pero sí lo hace negativamente su mayor edad o experiencia, y positivamente su mayor estabilidad emocional y control. A mayor inteligencia del alumnos, mayor índice de preguntas, pero no es relevante la aptitud verbal. En los centros privados los alumnos preguntan más aunque sus ideas son memos aceptadas y se les pregunta menos. En resumen, el método empleado ha aumentado la capacidad de los maestros para estimular y suscitar interrogantes en sus discípulos; y sirve para transformar cualitativamente el proceso de enseñanza-aprendizaje al aprovechar el elevado interés de los proferores por mejorar su docencia. La educación es un proceso complejo de interacción humana y por lo tanto profesores y alumnos se influyen recíprocamente.}, keywords = {participación de los estudiantes}, keywords = {conducta del profesor}, keywords = {relación profesor-alumno}, keywords = {interacción verbal}, keywords = {cuestionario}, keywords = {test}, keywords = {gráfico}, title = {La integración educativa : la función de preguntar en un sistema integrado de objetivos de la educación}, author = {Sepúlveda Lagos, Jorge}, }