@article{11162/38040, year = {2012}, url = {http://hdl.handle.net/11162/38040}, abstract = {Si las universidades son comunidades, éstas deben ser, necesariamente, inclusivas. Esta idea de inclusión resulta central para la práctica pedagógica del pensar juntos, razón de ser de la universidad secular humanista. El predominio de las universidades como élite de la investigación y el prestigio son sostenidos y promovidos a partir de rankings mundiales. Esto no debe hacer olvidar la relevancia radical de la universidad como espacio para la docencia y el aprendizaje. Esta idea de la universidad como una comunidad incondicionalmente comprometida con la exploración dialógica de la diferencia, es la que ofrece a la universidad su autoridad ética. Su `ethos de sensibilidad crítica¿ como William E. Connolly sostiene, perturba radicalmente las virtudes tradicionales de la comunidad basada en supuestos de `la persona normal¿. En un mundo de diferencia cosmopolita que desafía cualquier código rígido de moral, la capacidad para la deliberación ética es especialmente importante. Por ello, la primera responsabilidad como profesores e intelectuales es proporcionar los recursos necesarios para interpretar y comprender este nuevo mundo. Debemos tratar de desarrollar una pedagogía que permita razonar juntos, no como contrarios, sino juntos en la búsqueda desinteresada del bien común.}, booktitle = {Bordón. 2012, v. 64, n. 3 ; p. 15-26}, keywords = {universidad}, keywords = {dialéctica}, keywords = {educación moral}, keywords = {pluralismo cultural}, title = {Universities as communities of difference}, author = {Nixon, Jon}, }