@article{11162/23962, year = {2009}, url = {http://hdl.handle.net/11162/23962}, abstract = {Mentir supone un acto voluntario para ocultar la verdad. Desde que el niño o niña se da cuenta de que existe un modo alternativo de alcanzar aquello que desea o de salvar ciertos temores, descubre un nuevo recurso en el proceso de comunicación: la mentira. Las mentiras poco frecuentes en las relaciones sociales del niño o niña se pueden considerar como mensajes no demasiado significativos dentro del proceso de comunicación y en su desarrollo psicológico, emocional y social. Es diferente cuando el niño o niña nunca dice nada que se aproxime a la realidad, en tal caso las mentiras pueden convertirse en un trastorno que debe ser valorado. El hecho de mentir es divertido para que el niño o niña, ya que se trata de una expresión de fantasía. En el proceso evolutivo de un niño o niña y durante los primeros años de vida, no es capaz de trazar una línea divisoria entre realidad y fantasía, ya que los personajes de los cuentos, de los dibujos o de las películas son tan reales como todo aquello que vive en su día a día. Para los niños o niñas la mentira posee un significado muy diferente al que tiene para los adultos, y en ocasiones se emplea para la búsqueda de afecto o para llamar la atención, aunque el resultado sea una reprimenda, los niños lo prefieren a pasar desapercibidos o resultar indiferentes.}, booktitle = {Aula de infantil. 2009, n. 52, noviembre-diciembre ; p. 28-30}, keywords = {educación moral}, keywords = {mentira}, keywords = {reconocimiento}, keywords = {interacción}, keywords = {comunicación}, keywords = {educación preescolar}, title = {¿Miente o imagina demasiado?}, author = {Roa, Ana}, }