@article{11162/176124, year = {2018}, url = {http://hdl.handle.net/11162/176124}, abstract = {Se debe entender la educación no como acción política, como en la pedagogía crítica, trabajando en nombre de la emancipación, sino más bien siguiendo a Rancière, asumiendo una igualdad de inteligencias como punto de partida desde el que liberar al mundo para las nuevas generaciones. Esto conlleva una pedagogía fundada en una actitud de amor incondicional, tanto del mundo como de la nueva generación, en el sentido arendtiano. Se formulan un conjunto de principios que articulan en qué consiste tal actitud afirmativa: esforzarse por lograr una hermenéutica pedagógica (en lugar de defender una pedagogía hermenéutica); adherirse a una normatividad de principios (en lugar de a un procedimiento); considerar la educación como un fin en sí mismo (en lugar de para fines extrínsecos como el de la ciudadanía global) y partiendo de una devoción apasionada por lo que es bueno en el `aquí y ahora "(en lugar de por un odio al mundo en espera de una utopía que nunca llega).}, booktitle = {Foro de educación. 2018, vol. 16, n. 24, enero-junio ; p. 7-20}, keywords = {igualdad de oportunidades}, keywords = {educación social}, keywords = {filosofía de la educación}, keywords = {corriente pedagógica}, title = {Education and the love for the world : articulating a post-critical educational philosophy}, doi = {10.14516/fde.576}, author = {Hodgson, Naomi and Vlieghe, Joris and Zamojski, Piotr}, }